La Procuraduría General de la República de Brasil señaló al empresario y político de Río de Janeiro Domingos Brazao como el probable autor intelectual del asesinato de la concejala y defensora de los derechos humanos brasileña Marielle Franco y de su chófer, perpetrado en marzo de 2018.
La noticia se había filtrado desde septiembre, pero según documentos de la Fiscalía, a los que tuvo acceso este viernes el portal de noticias UOL, los procuradores remitieron el nombre de Brazao al Superior Tribunal de Justicia (STJ), segunda corte jerárquica del país.
De acuerdo con un documento citado por UOL, Brazao, que hasta ahora era solo testigo en el proceso del caso, fue el «arquitecto» de la concejala y, «pretendiendo mantenerse impune, planeó la divulgación de una noticia falsa sobre los responsables del homicidio».
El documento fue firmado por la que fuera procuradora general de la República Raquel Dodge antes de dejar el cargo en septiembre y sería el primer pronunciamiento de una autoridad sobre el supuesto autor intelectual del crimen después de año y medio de investigaciones.
Según Dodge, Brazao y otras cuatro personas buscaron que testigos entregasen informaciones falsas para «obstruir» y «desviar» las investigaciones efectuadas por la Policía Civil de Río de Janeiro y que podrían identificar al empresario y exdiputado regional «como mentor intelectual del crimen».
El último 3 de octubre, cuatro nuevos sospechosos de haber participado en el asesinato de la concejala y su chófer fueron detenidos por las autoridades, entre ellos, la mujer y el cuñado del expolicía acusado de disparar contra la activista.
Para la Fiscalía, los detenidos son sospechosos de haber ayudado a desaparecer el arma con la que se cometió el brutal asesinato de la concejala, que junto con su conductor, Anderson Gomes, fue asesinada a tiros en la noche del 14 de marzo del año pasado, al salir de un acto político en el centro de Río de Janeiro.
Franco (1979-2018), era una activista negra, lesbiana, procedente de una favela, militante del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y defensora de los derechos de las minorías, por lo que su crimen provocó gran indignación en Brasil y condenas en el exterior.
En marzo pasado, un año después del brutal asesinato, los exagentes de la Policía Ronnie Lessa y Elcio Vieira de Queiroz fueron detenidos y acusados formalmente de haber sido los autores materiales del asesinato de la icónica concejala.
Lessa, agente jubilado de la Policía Militarizada, fue acusado de disparar contra la concejala y Viera de Queiroz, de manejar el automóvil desde donde se cometió el crimen.
La mujer de Lessa, Elaine Lessa, y su cuñado, Bruno Figueredo, junto con Márcio Montalvo y Josinaldo Freitas, fueron arrestados a comienzos de este mes sospechosos de ser cómplices en la desaparición de varias armas usadas por el grupo, entre ellas la subametralladora HKMP5 con la que se asesinó a la activista.
Las indagaciones señalan que dos días después de las capturas de los dos exuniformados acusados del crimen de la concejala, los nuevos sospechosos detenidos, bajo las órdenes de Elaine, habrían descartado en el mar de Barra de Tijuca, al oeste de Río de Janeiro, una caja con armas, entre las cuales estaba el arma homicida.
Buzos expertos del cuerpo de bomberos y de la marina buscaron las armas que no consiguieron encontrar por la profundidad y turbulencia de las aguas.
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Los capuchas blancas cabalgan de nuevo.Aunque yo pensaba que en Brasil habia muchos pobres y eran bastante oscuritos de piel...