Reflejo del impacto de la pandemia mundial en un país sudamericano de renta media y lastrado por la corrupción, esta ciudad del suroeste ecuatoriano es testigo de una creciente alarma social ante los nuevos positivos y, también, porque empiezan a escasear los medicamentos para bajar la fiebre.
Las últimas cifras autorizadas fijan en 1.520 los contagiados en esta ciudad, 48% de los casos en todo el país, porcentaje que salta al 70,9% si se tiene en cuenta a toda la provincia de Guayas, donde se registran 2.243 casos de los 3.163 a escala nacional.
Puerto principal del país con 2,7 millones de habitantes, fue en Guayaquil donde se detectó el primer caso de coronavirus en Ecuador el 29 de febrero, importado de España.
Búsqueda de soluciones para los cadáveres
«El escenario es realmente dantesco, hay cadáveres en las casas, en las veredas, en las esquinas. La morgue está totalmente colapsada por la cantidad de víctimas mortales», así describió este jueves la propia alcaldesa, Cynthia Viteri, la situación que atraviesa la ciudad.
Y solicitó al Gobierno que el Municipio que dirige pueda levantar cadáveres a causa de la COVID-19 u otras circunstancias, una facultad ahora en manos de Criminalística.
La regidora precisó que esta semana la ciudad contará con cuatro contenedores congeladores, de 40 pies de alto, uno de los cuales ya está operativo en el Hospital Monte Sinaí, y a los que se sumarán la próxima semana otros seis.
Los contenedores tendrán el objetivo de «evitar que la gente se quede con sus familiares muertos en casa mientras se les busca cristiana sepultura», afirmó.
Las autoridades reportaron este jueves que son ya 120 los fallecidos en todo el país y la alcaldesa aseguró: «Nos han dicho que de los 79 muertos (en Guayas), 52 pertenecen acá», si bien aclaró que se pueden dar subregistros.
El Cabildo también estudia convertir un gran terreno en un nuevo cementerio para que los guayaquileños puedan sepultar a sus seres queridos, después de que funerarias y organismos responsables de los trámites de defunciones se hayan visto desbordados.
Centros comerciales y farmacias repletos
A la crítica situación en la ciudad, se sumó este jueves la propuesta del Gobernador de la provincia, Pedro Pablo Duart, de declarar un toque de queda total durante tres días para rebajar la curva de contagios, lo que llevó a numerosos guayaquileños a hacer caso omiso de las disposiciones y arremolinarse en centros comerciales, bancos, supermercados y farmacias.
«En las zonas más pobres poca gente respetaba la distancia de seguridad, algunos iban sin mascarilla y hacían fila en los supermercados y bancos, que estaban llenos de gente», aseguró a Efe un lugareño atónito.
La alcaldesa descartó en una rueda de prensa virtual que hubiera desabastecimiento en la urbe, pero reconoció que de los cinco camiones semanales que traían abastos de la región de la Sierra, en la actualidad lo hacen dos.
Guayaquil como el Titanic
Y es que la realidad cotidiana para muchos guayaquileños se ha convertido en una película de ciencia ficción.
«Las palabras para describirlo es el apocalipsis», explicó a Efe Gabriela Gueiman, una vecina del barrio de Los Ceibos que cree que la situación «se le ha ido de las manos a las autoridades».
«El hecho de que tus amistades te envíen por wasap la foto de un cadáver tirado enfrente de su casa es surrealista, ¡no podemos creer lo que estamos viviendo!», dijo.
En este barrio de clase media alta ya comienzan a escasear alimentos y medicamentos como el paracetamol, como en muchos otros «del cinturón de pobreza» que rodea Guayaquil.
El Ministerio de Salud Pública ha insistido en que existen los medios e insumos para hacer frente a la pandemia, pero en el corazón de la crisis en Ecuador no lo ven tan claro.
«Que alguien se ponga a la cabeza de este barco porque esto es literalmente un Titanic lleno de huecos que se está hundiendo», concluyó Gueiman.
Moreno reconoce «subregistro»
El presidente, Lenín Moreno, ha reconocido que los datos de contagio y fallecimiento por COVID-19, a escala nacional, pueden ser mayores que los constatados en las actas oficiales, porque la realidad «siempre supera el número de pruebas y la velocidad» con la que se realizan.
En un mensaje a la nación, el mandatario pidió a los ciudadanos «no minimizar» la gravedad de la crisis, y aseguró que la Fuerza de Tarea Conjunta ha recogido «cerca de 150 personas (cadáveres) al día».
Ante la gravedad de la situación y lo que ha calificado de «curva exponencial» de contagios, el Ejecutivo extendió la suspensión de la jornada laboral hasta el 12 de abril y avanzó que establecerá un «semáforo» para cada zona que definirá las restricciones de acuerdo a su situación sanitaria.
También mantiene suspendido todo abril el sistema escolar y el transporte de pasajeros internacional e interprovincial.
Sobre la también crítica situación económica, adelantó que la próxima semana enviará a la Asamblea Nacional (Parlamento) un proyecto de ley para «defender el empleo», y «mantener el emprendimiento y la dolarización», con el fin de garantizar que «en unas semanas» se pueda hacer frente a otra cara de la crisis, que es la económica.
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