El secretario general de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamamiento a todos los países a adoptar medidas contra el «estremecedor repunte» detectado de la violencia de género a raíz de las medidas de confinamiento dictadas por todo el mundo para luchar contra el coronavirus.
«Hace poco pedí un alto el fuego inmediato a escala global para centrarnos en nuestra lucha común para combatir la pandemia. Hice un llamamiento en favor del fin de la violencia en todas partes, sin dilación. Pero la violencia no se limita al campo de batalla. Para muchas mujeres y niñas, la amenaza es mayor precisamente allí donde deberían estar más seguras. En sus propios hogares. Así que hoy hago un nuevo llamamiento a la paz en los hogares de todo el mundo», dijo Guterres en un comunicado.
Según Guterres, «sabemos que los confinamientos y las cuarentenas son esenciales para reducir la COVID-19. Pero pueden hacer que las mujeres se vean atrapadas con parejas abusivas. En las últimas semanas, con el aumento de las presiones económicas y sociales y del miedo, hemos visto un estremecedor repunte global de la violencia doméstica».
La ONU asegura que en algunos países se ha duplicado el número de mujeres que llaman a los servicios de asistencia estos días y que los proveedores de salud y la policía están desbordados y el personal escasea, además de que los grupos locales de apoyo están paralizados o carecen de fondos.
«Algunos centros para víctimas de violencia de género están cerrados; otros están llenos. Por ello insto a todos los gobiernos a que la prevención y la reparación en los casos de violencia contra las mujeres sean una parte vital de sus planes nacionales de respuesta contra la COVID-19», subrayó el jefe de la ONU, para quien esto supone «aumentar las inversiones en los servicios en línea y el apoyo a las organizaciones de la sociedad civil».
Además, Guterres reclama a los países asegurarse de que los sistemas judiciales sigan enjuiciando a los maltratadores, crear sistemas de alerta de emergencia en farmacias y supermercados, así como declarar los centros de acogida como servicios esenciales.
«Los derechos y las libertades de las mujeres son esenciales para lograr sociedades fuertes y resilientes. Juntos podemos y debemos prevenir la violencia en todas partes, de las zonas de guerra a los hogares de las personas, mientras trabajamos para vencer a la COVID-19», concluyó Guterres.
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