El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una comparecencia ante los medios. | Reuters

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló este viernes de la posibilidad de tratar el coronavirus con «una inyección» de «desinfectante» o aplicando «luz solar» en el cuerpo humano para poder así vencer a la COVID-19, unas declaraciones que, tiempo después, tuvo que aclarar que hizo de forma sarcástica.

Sin embargo, no todos entendieron que fuera así. De hecho, el Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York recibió este viernes una treintena de llamadas relacionadas con la exposición a lejía, el desinfectante Lysol y otros productos de limpieza poco después de las declaraciones del presidente de EEUU.

Las reflexiones del presidente de Estados Unidos sobre si inyectar de desinfectantes podría tratar la COVID-19 horrorizó a médicos y planteó nuevas preocupaciones de que sus improvisaciones en las sesiones informativas lleven a personas ansiosas a envenenarse con tratamientos no probados.

Una serie de médicos y expertos de salud internacional pidió el viernes a las personas no beber ni inyectarse desinfectantes después de que Trump sugirió que los científicos deberían investigar si ingerir el agente de limpieza podría curar la COVID-19.

«Esta es una de las sugerencias más peligrosas e idiotas hechas hasta ahora sobre cómo se podría realmente tratar la COVID-19», dijo Paul Hunter, profesor de medicina en la Universidad Británica de East Anglia. «Inyectar desinfectantes probablemente mataría a cualquiera que lo haya intentado, agregó». «Es enormemente irresponsable porque, lamentablemente, hay personas en el mundo que podrían creer este tipo de tonterías y probarlo por sí mismas», sentenció Hunter.

Trump dijo en su rueda de prensa diaria del jueves que los científicos deberían explorar si la ingesta de desinfectante en el cuerpo de los contagiados con el nuevo coronavirus podría ayudarlos a eliminar la enfermedad. «¿Hay alguna manera de hacer algo así mediante inyección o como una limpieza?», preguntó. «Sería interesante comprobarlo».

El presidente sostuvo el viernes que había sido sarcástico cuando realizó los comentarios. Trump también ha promovido un medicamento contra la malaria llamado hidroxicloroquina para tratar a las personas con COVID-19, pese a que su eficacia no está probada y existen preocupaciones sobre problemas cardíacos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) advirtió el viernes contra el uso de hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19 fuera de hospitales y ensayos clínicos, citando riesgos de problemas graves en el ritmo cardíaco.

«Cura milagrosa»

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La sugerencia de que el desinfectante y los compuestos relacionados son una «cura milagrosa» tiene historia en Estados Unidos.

En agosto pasado, la FDA emitió una advertencia de salud sobre una «solución mineral milagrosa» (MMS, por su sigla en inglés), que se vendía en línea con instrucciones para mezclarlo con jugo de limón o lima antes de beber. La combinación forma un agente blanqueador poderoso y peligroso, dijo la FDA.

El Departamento de Justicia ordenó la semana pasada que se detuviera la venta de productos de blanqueador industrial por parte de una organización llamada Iglesia de Salud y Curación Genesis II, que supuestamente la comercializaba como una cura para el autismo y el SIDA.

La Casa Blanca dijo el viernes que los comentarios de Trump habían sido sacados de contexto y que había instado a las personas a buscar tratamiento contra el coronavirus solo después de consultar con sus médicos.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo en un comunicado que «el presidente Trump ha dicho en repetidas ocasiones que los estadounidenses deben consultar con médicos sobre el tratamiento del coronavirus, un punto en el que enfatizó nuevamente durante la sesión informativa de ayer (jueves)».

La declaración enviada por correo electrónico no mencionaba directamente los limpiadores o la luz ultravioleta (UV) como tratamientos de coronavirus, pero el asunto era: «La Casa Blanca sobre desinfectante».

Reckitt Benckiser, el fabricante de Lysol y Dettol, también advirtió en contra el uso de desinfectantes para tratar el coronavirus. «Bajo ninguna circunstancia nuestros productos deben administrarse en el cuerpo (por inyección, ingestión o cualquier otra vía)», dijo la compañía.

Parastou Donyai, director de práctica de farmacia en la Universidad de Reading, dijo que los comentarios de Trump fueron impactantes y poco científicos, y destacó que la gente preocupada por el coronavirus debe buscar ayuda de médicos calificados y no «tomar comentarios extravagantes como un consejo real».

Robert Reich, profesor de política pública en la Universidad de California en Berkeley y exsecretario de trabajo de Estados Unidos, agregó en Twitter: «Las sesiones informativas de Trump ponen en peligro la salud del público. Por favor, no beba desinfectante».