La compañía Moderna ha anunciado que va a comenzar en julio la última fase de su vacuna contra la COVID-19 y en la que analizarán a 30.000 personas, con la colaboración del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
El objetivo principal de la vacuna, según informa Bloomberg, es evitar que las personas desarrollen síntomas de coronavirus, así como la enfermedad se agrave y que los pacientes tengan que ser ingresados en el hospital.
El mes pasado, Moderna comenzó la segunda etapa de su estudio con la vacuna ARNm-1273 en 600 adultos sanos. Ahora, la compañía ha informado de que ya ha incluido a 350 pacientes, incluidos 300 adultos sanos de hasta 54 años, y los primeros 50 de 300 personas mayores.
Este anuncio es otra prueba de que los ensayos de la vacuna contra el nuevo coronavirus avanzan a un «buen ritmo». De hecho, Johnson & Johnson anunció este miércoles que, a través de Janssen Pharmaceutical Companies (Janssen), ha acelerado el inicio de la fase 1/2a de su vacuna recombinante contra el nuevo coronavirus, denominada Ad26.COV2-S, y comenzará en julio a probarla en personas, a pesar de que tenía previsto empezar a hacerlo en septiembre.
Algunas vacunas se están moviendo a ensayos clínicos incluso más rápido que los de Moderna. Una desarrollada conjuntamente por la Universidad de Oxford y AstraZeneca Plc comenzará la última etapa de los ensayos clínicos este mes, y la compañía del Reino Unido dijo el jueves que había reclutado a Emergent BioSolutions para ayudarle con el desarrollo y la fabricación.
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