El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. | POOL / OLIVIER HOSLET

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Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han señalado este miércoles que procederán a sancionar a un «número importante» de responsables de la represión violenta de las protestas en Bielorrusia y que la UE está dispuesta a acompañar una transición democrática en el país, empezando por el inicio de un diálogo interno.

Así lo ha expresado el presidente del Consejo, Charles Michel tras la cumbre extraordinaria en la que los líderes de la UE han dicho que no aceptan el resultado de las elecciones presidenciales de Bielorrusia y que apoyan las movilizaciones prodemocráticas en el país. «Expresamos un mensaje claro, la UE es solidaria con el pueblo de Bielorrusia y no aceptamos la impunidad», ha explicado en rueda de prensa.

El político belga ha defendido que el marco de sanciones esté listo cuanto antes y se centre en imponer restricciones individuales a los dirigentes detrás de la brutalidad policial y del fraude electoral, en línea con lo acordado por el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE.

Por su parte la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha asegurado que el Ejecutivo europeo redirigirá la ayuda al desarrollo para sortear a Minsk y garantizar que llega a la sociedad civil y los grupos más vulnerables.

Ha anunciado 53 millones de euros adicionales en ayudas, de los cuales dos millones irán a ayudas para las víctimas de la represión y dos para apoyar a los medios de comunicación y la sociedad civil en Bielorrusia. El grueso se destinará a la lucha contra el coronavirus, fortaleciendo servicios sociales y hospitales.

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Tras una cumbre extraordinaria de tres horas centrada en la evolución de los acontecimientos en Bielorrusia, el bloque europeo ha cerrado filas para insistir en que las protestas «no son geopolíticas» y que se trata de una «crisis nacional». «Las manifestaciones no son contra ninguna entidad ni contra ningún país vecino, son por los derechos de los bielorrusos», ha defendido Von der Leyen.

De esta forma, los políticos comunitarios han pedido a todas las partes en Bielorrusia y «a terceros países» que apoyen un proceso de diálogo nacional inclusivo que ponga fin a la crisis. En este punto, han citado la oferta de mediación de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), organización de la que forman parte Rusia y Bielorrusia, asegurando que la UE está lista para poner en marcha esta iniciativa.

Sobre cómo se puede dibujar esa salida de la crisis, Von der Leyen ha reiterado que la UE tiende la mano a una transición en Bielorrusia. «Estamos listos para acompañar una transición de poder pacífica y democrática. Apoyamos la apertura de diálogo entre el gobierno y la oposición y el papel que pueda jugar la OSCE», ha concluido la conservadora alemana.

Según Michel, estamos ante una crisis que debe resolverse desde dentro del país por lo que, aunque ha tendido su mano para una transición pacífica, ha reiterado que la solución «no están en Bruselas, ni Moscú».

«He tenido ocasión de hablar con Vladimir Putin, es importante que desde Moscú y Bruselas estemos convencidos de que tenemos que apoyar los procesos positivos que permitan una salida pacífica y que garanticen un proceso democrático», ha recalcado el presidente del Consejo.