El expresidente de Bolivia Evo Morales a su llegada a Villazón, población boliviana en la frontera con Argentina. | Paolo Aguilar

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El expresidente boliviano Evo Morales ha regresado este lunes a su país, en el inicio de un viaje de dos días con el que pretende simbolizar el apoyo del que sigue gozando un año después de salir de Bolivia. «No dudaba de que iba a volver, pero no estaba seguro de que iba a ser tan pronto, algo histórico e inédito», ha destacado. Así, ha especificado en un mensaje a través de su cuenta de Twitter que hoy es un «día importante en su vida» y que «volver a la patria le llena de alegría».

«Hoy es un día importante en mi vida, volver a mi patria que tanto quiero me llena de alegría», ha expresado Morales en Twitter. Se estima que ingrese al país aproximadamente a las 10.00 por la ciudad fronteriza de Villazón.

Morales, que ha llegado a la ciudad fronteriza de Villazón, donde lo ha recibido una multitud tras casi un año de asilo en Argentina, tiene previsto encabezar una caravana de unos 800 vehículos que recorrerá unos 1.000 kilómetros, desde la frontera hasta la zona cocalera de Cochabamba. Su intención es llegar a destino el 11 de noviembre, un año después de abandonar Bolivia tras la controversia por el supuesto fraude en las elecciones de octubre de 2019.

El presidente boliviano ha pasado gran parte del último año en Argentina, un país en el que ha dicho sentirse en «casa» y en el que ha recibido el apoyo del jefe de Estado local, Alberto Fernández, que ha acudido a La Quiaca para despedir personalmente a quien ha sido su huésped político durante estos últimos meses.

«Gracias a la unidad del pueblo boliviano y al acompañamiento de muchas autoridades del mundo», ha dicho Morales, que ha tenido palabras de especial agradecimiento para su «hermano» Fernández, de quien ha dicho que le «salvó la vida».

También ha trasladado su agradecimiento al pueblo argentino y al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien le habría apoyado «tras el golpe de Estado». «Parte de mi vida queda en Argentina después de estar 11 meses», ha dicho el expresidente.

En este sentido, ha insistido en que su salida se produjo por haber «recuperado los recursos naturales» bolivianos, por haber «nacionalizado los recursos y garantizar la soberanía del Estado». «Ese ha sido nuestro delito», ha lamentado.

«El golpe fue un golpe a nuestro modelo económico, a nuestros recursos naturales (...) Nuevamente se repite la historia, la lucha permanente por la vida, por la solidaridad, por la democracia», ha destacado antes de ratificar la importancia de continuar la lucha: «mientras exista el capitalismo y el imperialismo, la lucha de los pueblos continuará».

El mandatario argentino, por su parte, ha dicho que «fue un honor» acoger a Morales, a quien ha prometido «extrañar», pero ha enfatizado que al otro lado del puente que separa los dos países hay «miles de bolivianos que esperan abrazarlo». Asimismo, ha apuntado que Morales regresa a una patria «de la que nunca debió haber salido y donde nunca debió ser maltratado como fue», según el periódico 'Clarín'.

Fernández se ha referido al día de hoy como un acontecimiento de importancia regional en un momento en que «la unidad se fragmentó en intereses individuales».

Morales regresa a Bolivia con el panorama político y judicial despejado, dos días después de que su 'delfín', Luis Arce, tomase posesión como nuevo presidente del país tras su victoria en las elecciones de octubre. El Movimiento al Socialismo (MAS) vuelve de esta forma al poder, aunque Morales ha prometido que no formará parte de la nueva Administración y que no tutelará a Arce.