Momentos después del atentado en el aeropuerto de Adén. | FAWAZ SALMAN

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Al menos 26 personas han muerto y más de 50 han resultado heridas este miércoles en un ataque contra el aeropuerto de la ciudad yemení de Adén tras el aterrizaje de un avión que transportaba a varios ministros del Gobierno reconocido internacionalmente, según la cadena de televisión Al Arabiya.

Según estas informaciones, los ministros --todos los que componen el Ejecutivo, a excepción del de Defensa-- han resultado ilesos en el ataque, en el que se habrían utilizado explosivos y tres proyectiles de mortero. Por el momento no hay reclamación de la autoría del suceso.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha confirmado a lo largo de la jornada que entre los fallecidos por el ataque se encuentran dos de sus miembros, si bien un tercero se encuentra en «paradero desconocido».

En un comunicado, ha trasladado la «profunda tristeza» de toda la organización por la muerte de los «compañeros» en el aeropuerto de Adén y ha señalado que el personal del CICR se encontraba «en tránsito en el aeropuerto junto a otros civiles cuando se produjo la explosión», que hirió a tres de ellos, uno de gravedad.

«Se trata de un día trágico para el CICR y el pueblo de Yemen», ha dicho Dominik Stillhart, director de operaciones del CICR, que ha manifestado que «los yemeníes han sido sometidos a un terrible sufrimiento durante los últimos cinco años». «Un día como este añade aún más duelo para la familia que es Cruz Roja y para las familias yemeníes que han perdido a sus seres queridos», ha afirmado.

Uno de los dos miembros del personal de CICR fallecidos este miércoles era un ciudadano yemení que coordinaba las actividades de transporte aéreo de la organización. Entre sus labores se encontraba la de supervisar el traslado de más de 1.000 exdetenidos. El otro miembro era ruandés y colaboraba como radiólogo en el equipo médico de CICR.

El primer ministro yemení, Abdulmalek Main, ha destacado a través de su cuenta en la red social Twitter tras el ataque que las autoridades «continuarán su trabajo hasta el fin del golpe de los huthis y la restauración del país».

«Los miembros del Gobierno estamos en la capital temporal de Adén y todo el mundo está bien. Este cobarde ataque terrorista contra el aeropuerto de Adén es parte de la guerra lanzada contra el Estado yemení», ha sostenido antes de enfatizar que el Gobierno «no retrocerá y sacará adelante su trabajo a pesar de los desafíos». Además, ha señalado que el ataque «forma parte de la guerra que se libra contra el Estado yemení y el pueblo».

Por su parte, Rajé Badi, portavoz del Gobierno, ha recalcado que los miembros del Ejecutivo han resultado ilesos y ha detallado que todos ellos se encontraban aún dentro del avión en el momento de la explosión. Badi ha hablado además de «un acto cobarde y traicionero».

En esta línea se ha expresado el ministro de Información, Muamar al Eryani, quien ha acusado directamente a los huthis de estar detrás de este «cobarde ataque terrorista». «Esto no nos disuadirá de llevar a cabo nuestros deberes patrióticos. Nuestra sangre y nuestras vidas no son más preciosas que las del resto de yemeníes», ha subrayado.

El presidente del Parlamento yemení, Sultán Said al Barakani, ha condenado igualmente el ataque y ha incidido en que las autoridades reconocidas internacionalmente llevarán a cabo sus funciones. «Todas las instituciones estatales deben estar en Adén como respuesta a los criminales», ha zanjado.

La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha resaltado por su parte que está preparando un plan médico de respuesta a gran escala en su hospital en Adén tras el ataque en el aeropuerto. «No hay más información por el momento», ha dicho a través de su cuenta en Twitter.

En respuesta, el viceministro de Exteriores de las autoridades establecidas por los huthis, Husein al Azi, ha trasladado sus condolencias al Gobierno internacionalmente reconocido y ha acusado a «facciones mercenarias», en referencia a los separatistas suryemeníes del Consejo de Transición del Sur (CTS).

El CTS, formado en 2017, cuenta con el respaldo de Emiratos Árabes Unidos (EAU), mientras que el Gobierno yemení liderado por Abdo Rabbu Mansur Hadi está respaldado por Arabia Saudí, en una muestra de las tensiones internas en la coalición contra los huthis.

El ataque ha sido condenado «firmemente» por el representante especial de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, quien ha señalado que «este inaceptable acto de violencia es un recordatorio trágico de la importancia de llevar nuevamente a Yemen de vuelta al camino hacia la paz».

«Deseo fuerza al Gobierno a la hora de hacer frente a las difíciles tareas que tiene poder delante», ha dicho a través de Twitter. «Mis sinceras condolencias y solidaridad a todos los que han perdido a sus seres queridos», ha zanjado.

El ataque ha tenido lugar apenas unos días después de que el nuevo Ejecutivo yemení, que ahora cuenta con integrantes del movimiento separatista suryemení, jurara su cargo durante una ceremonia en Arabia Saudí en la que estuvo presente Hadi.

El Gobierno yemení tiene su sede en Adén desde que los rebeldes huthis se apoderaron de la capital, Saná, a finales de 2014. Sin embargo, el presidente lleva sus asuntos a matacaballo entre Adén y Riad, mientras Arabia Saudí lidera una coalición internacional para derrotar a los insurgentes.

El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia en el país, donde hay más de 20 millones en inseguridad alimentaria.