Cinco personas fueron detenidas este lunes por el ataque que recibió el vehículo en el que viajaba el presidente argentino, Alberto Fernández, en una visita a la provincia de Chubut (sur) el sábado pasado, según confirmó este lunes el ministro de Seguridad de esa provincia, Federico Massoni.
Las detenciones realizadas por la policía de Chubut son el resultado de seis registros policiales que se hicieron lunes y en los que fueron identificados seis adultos y un menor.
Según los datos que brindó Massoni, tres de las personas identificadas son trabajadores del Ministerio de Educación de Chubut y una sería la mujer identificada en el video de seguridad como la responsable de arrojar piedras a la camioneta y romper las ventanas.
«La investigación continúa», dijo Massoni, quien agregó que hay otros tres identificados, de los que se está pidiendo la detención.
Se trata de ciudadanos que son parte de «una horda de 30 personas que empezaron a provocar disturbios» en el centro cultural donde entró la camioneta que transportaba al presidente, dijo Massoni.
Los incidentes tuvieron lugar en la mañana del sábado, cuando Fernández llegó a la localidad de Lago Puelo para visitar las zonas afectadas por los incendios que tienen lugar allí desde hace varios días.
Cuando una camioneta lo transportaba a él, a dos de sus ministros y a la primera dama, Fabiola Yáñez, así como al gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, entre otros, un grupo de personas apedreó el automóvil e incluso rompió dos de sus ventanas.
Luego, cuando Fernández se bajó de la camioneta, algunos manifestantes lo increparon y estuvieron a pocos centímetros de él, pero el mandatario salió ileso.
Para Massoni, el hecho «no fue un error» y tiene que tener responsables, porque «podría haber llegado a situaciones extremadamente serias» para el país y la provincia.
Según dijo Massoni, la denuncia «penal» que está investigando al Justicia es «atentado contra el presidente de la nación, la primera dama y el gobernador de la provincia», y que «no es romper una camioneta».
SEGURIDAD PRESIDENCIAL
Massoni negó que la responsabilidad de lo ocurrido fuera de las fuerzas de seguridad de la provincia. «La seguridad del presidente no se delega, la seguridad del presidente la lleva la Casa Militar», dijo.
El funcionario denunció que la seguridad se basó en indicaciones de dos políticos anfitriones del evento, el intendente de Lago Puelo, Augusto Sánchez, y el diputado nacional Santiago Igón, que no conocen el territorio.
Según relató Massoni, los anfitriones modificaron «repentinamente» el rumbo de la visita cuando llegó el presidente, al cambiar el lugar previsto del acto a un centro cultural. Los efectivos policiales se dirigieron al lugar donde estaba previsto el acto y en ese transcurso de tiempo ocurrieron los hechos.
«Utilizan al presidente de la nación como carnada para fines electorales», criticó Massoni. «Improvisaron, creyeron que podían manejar la seguridad, y esto es lo que pasa cuando se improvisa con algo que no es político, sino que es gestión pura».
MANIFESTANTES
En tanto, el ministro de Gobierno de Chubut, José Grazzini, dijo que los agresores «son grupos organizados», que buscan «la ruptura de las instituciones públicas provocando incendios en las instituciones públicas» y «maltratando a las autoridades provinciales».
Tras los hechos ocurridos el sábado, el presidente había tuiteado: «La violencia que algunos pocos han demostrado en ocasión de mi visita a Lago Puelo no acompaña esa vocación que nos impulsa. Estoy seguro que esa violencia tampoco es compartida por el pueblo chubutense y por quienes habitan nuestra querida Argentina».
Estos hechos provocaron una oleada de apoyo al mandatario desde el oficialismo y desde la principal coalición opositora.
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