Los turistas han vuelto a Mallorca. | Jaume Morey

TW
6

El Gobierno alemán ha avanzado este lunes que pretende ligar la posibilidad de los viajes turísticos no solamente a la incidencia de la pandemia de COVID-19 en los países de destino sino también a la evolución de esta variable en su propio territorio.

La tercera portavoz del Gobierno alemán, Martina Fietz, lo ha explicado en una rueda de prensa rutinaria al ser expresamente preguntada sobre la controversia en torno a la posibilidad de viajar esta Semana Santa a Mallorca porque las Baleares no se encuentran ya en la lista de regiones de riesgo para Alemania.

«El Gobierno alemán está muy interesado en que no nos encaminemos hacia un crecimiento exponencial y por eso las etapas de la desescalada sólo se pueden dar con una incidencia estable o a la baja. En este contexto se van a tratar los viajes de vacaciones, sean al extranjero o en el interior», indicó.

La incidencia acumulada a siete días lleva varias semanas al alza en Alemania y este lunes ha alcanzado los 107,3 casos por cada 100.000 habitantes. La media nacional rozó los 200 a finales de diciembre y desde entonces y hasta mediados de febrero había descendido de forma progresiva, hasta acercarse a los 50.

Fietz ha destacado que los viajes turísticos al extranjero «tendrán su papel» en la reunión que celebran esta tarde la canciller Angela Merkel y los jefes de Gobierno de los 16 estados federados.

Noticias relacionadas

Al ser una cuestión que aún está pendiente de negociación entre el Ejecutivo central y los «Länder», Fietz ha añadido que no quería anticiparse al debate.

Como posición general, la portavoz ha señalado que el Gobierno alemán «apela a todos los ciudadanos a evitar los viajes no imprescindibles, especialmente los turísticos», ya que es una forma de propagación de la pandemia. «El levantamiento de la alerta de viaje no es una invitación a viajar», agregó.

Las autoridades alemanas sacaron de la lista de zonas de riesgo a las Baleares (junto a Extremadura, La Rioja, Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha) el pasado 12 de marzo tras comprobar la caída de la incidencia acumulada en estas comunidades autónomas.

El cambio implica que los viajeros que vuelen a Alemania procedentes de esas regiones no precisan un test PCR negativo en las primeras 48 horas ni una cuarentena de diez días.
En los siguiente días distintas empresas del sector turístico aumentaron o reactivaron su oferta relativa a Mallorca y la demanda se disparó.

La situación provocó una fuerte controversia en España, donde la mayoría de ciudadanos no podrán salir en Semana Santa de su comunidad autónoma por las restricciones de la pandemia, y en Alemania, donde el turismo interno está actualmente prohibido, lo que supone graves dificultades económicas para el sector.

El propio comisionado para el turismo del Gobierno alemán, Thomas Bareiß, calificó este lunes de «amargo» en declaraciones a la cadena «phoenix» que sea posible viajar a Mallorca, «pero que un hotel en la Selva Negra o en el mar Báltico tenga que seguir cerrado».