En una entrevista publicada este jueves en Le Parisien en el segundo aniversario del siniestro, insiste en que «el compromiso de 2024 se cumplirá. Lo que me importa es que se pueda respetar la planificación de las obras, con todo el respeto para los arquitectos y los oficios de arte».
«Todo el mundo está seguro ahora de que lo conseguiremos», repite en respuesta a quienes dudan de que se puedan cumplir los plazos por la marcha de las obras ante los problemas que ha planteado su programación sobre todo por la crisis de la covid-19.
El jefe del Estado dice sentirse orgulloso de unas obras con las que «toda Francia está movilizada».
«A todos nos impresiona lo que vemos, todo el trabajo que se ha hecho desde hace dos años. Se ha efectuado un trabajo inmenso», recalcó posteriormente en su visita al interior del templo para conmemorar este aniversario, vestido con mono y casco de obra y acompañado por la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo.
En una visita a la catedral, el presidente comprobó este jueves en persona el avance de las obras y transmitió a los equipos implicados un mensaje «de orgullo colectivo por lo mucho que se ha hecho en dos años y por haber evitado lo peor», no sin constatar «todo lo que queda por hacer» y la necesidad de respetar el objetivo marcado.
«Podéis estar orgullosos de esta obra», les subrayó el mandatario, que en Le Parisien había alabado que incluso se ha movilizado el bosque de Francia, en alusión a los robles que ya se han marcado para ser talados y utilizados en la reparación de la estructura de la techumbre de Notre Dame dañada por el fuego.
El responsable de las labores de reconstrucción, el general Jean-Louis Georgelin, precisa por su parte este jueves que las obras de restauración empezarán «a finales de año», una vez terminado el trabajo de consolidación en verano, y asume el objetivo de reabrir la catedral en 2024 para las visitas y los oficios religiosos.
«Eso no significará que todo estará terminado», ya que el trabajo tendrá que continuar, puntualiza en una entrevista a la emisora France Inter.
Así, aunque en el interior se habrá «prácticamente terminado» todo para 2024, y por ejemplo se habrá montado de nuevo el gran órgano -que necesitará seis meses para ser afinado- no se habrá finalizado la restauración de las capillas.
El general, en cualquier caso, relativiza eso recordando que «la primera piedra de Notre Dame se puso en el año 1163. La catedral está en obras desde 1163».
3 comentarios
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@manu, resulta penoso que haya gente que piense como tu. La Catedral de Notre Dame es mucho mas que un edificio cristiano, es todo un símbolo para la cultura y la historia de Francia (Europa) y nada mejor que su presidente se interese por la evolución de su restauración, no como en España que se nos cae el patrimonio a cachos y a nadie parece importarle. Y en lo referido a la financiación que sepas que son en un 99% de donaciones privadas, de muchos países y de algunas marcas muy prestigiosas. Sigamos pensando como tu, seguro que llegaremos a ser una potencia como Francia y su influencia en el mundo.
... resulta PENOSO ver tanto postureo de todo un presidente de un estado laico, babeando para que la catedral pueda reconstruir sus capillas y pueda volver a efectuar sus oficios religiosos... qué le debe importar al presidente de la república la labor pastoral en la laica Francia? y la gran pregunta es si el VATICANO está financiando las obras de reconstrucción, o se lo está haciendo pagar a todos los franceses, como hacen siempre?
La verdad, no me gusta la decisión de hacer una réplica de lo que había antes del incendio. Ahora no será más que una copia de un elemento histórico pero sin serlo. Cuando ocurre algo así, la reconstrucción debe reflejar la arquitectura del momento en el que se construye, como siempre se ha hecho. Cuando en el s.XIV se ampliaba un edificio del s.VIII, se hacía con el estilo gótico del s.XIV, por mucho que el edificio fuese de estilo románico. Tampoco es que haga falta hacer un pináculo de vidrio pero sí hay que dejar claro qué parte del edificio es original y qué parte proviene de la reconstrucción. Hacer una copia de lo que había es estropear el edificio.