El conflicto entre Israel y Palestina se recrudeció ayer al situarse al borde de la intervención terrestre de tropas israelíes en Gaza, a la espera de que una difícil mediación internacional pueda salvar una cuarta guerra entre Israel y Hamás.
La peor escalada de violencia desde la guerra de 2014 ha dejado al menos 103 muertos en Gaza –entre ellos, 27 niños y ocho mujeres–, además de otros siete muertos en Israel, mientras se registran fuertes disturbios en las ciudades mixtas de Israel. Por otra parte, el número de heridos superó ayer los 500 en Gaza mientras que Israel contabiliza más de 200.
Mediaciones
Una delegación de Egipto llegó ayer a Tel Aviv para intentar que las partes alcancen un alto el fuego en Gaza –gobernada de facto por el movimiento islamista Hamás– antes de esa posible operación terrestre israelí en el enclave. La delegación egipcia abordó con su contraparte israelí la posibilidad de ese cese el fuego, aunque Israel se mostró «intransigente» e insistió en la necesidad de «una ofensiva para responder a los ataques de Hamás».
Tras semanas de creciente tensión en Jerusalén Este ocupado, las brigadas Al Qasam, ala militar de Hamás, y milicias de la Yihad Islámica iniciaron el lunes el lanzamiento de misiles desde la Franja, más de 1.750 desde entonces. En represalia, el Ejército israelí emprendió bombardeos aéreos que todavía continúan, además de desplegar más tropas en la frontera con Gaza, dejando abierta la opción de una intervención por tierra.
El episodio ha provocado la reacción de diferentes dirigentes internacionales. El presidente ruso, Vladímir Putin, y el secretario general de la ONU, António Guterres, unieron ayer sus voces para reclamar el fin de las hostilidades. Pidieron «garantizar la seguridad de la población civil» y reiteraron su apoyo al «principio de solución de dos Estados».
Mientras se concreta la visita del enviado estadounidense, el presidente de EEUU, Joe Biden, conversó con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al que transmitió su apoyo «sin fisuras al derecho de Israel a defenderse».
La Embajada de España en Israel mantiene el contacto con los españoles residentes en la zona de Gaza y les recomienda «evitar desplazamientos innecesarios y congregaciones» y tener localizado el refugio más cercano.
Las calles de Israel, el nuevo frente de batalla entre árabes y judíos
La escalada bélica entre las milicias palestinas e Israel ha cobrado una nueva dimensión en las ciudades mixtas de Israel, en las que desde hace días se registran apaleamientos y linchamientos entre árabes y judíos. Mientras las cámaras de la televisión pública israelí retransmitían anoche los disturbios de extremistas judíos en las calles del país, sucedió algo que impactó a la sociedad tanto o más que los cohetes de Gaza: la horda sacó a un ciudadano árabe de su vehículo, lo tiró al suelo y lo linchó. Las cámaras captaron todo en directo, incluso los segundos posteriores al linchamiento, en los que un judío seguía golpeando en la cara a la víctima, ya inconsciente. Casi en simultáneo, un episodio similar tenía lugar en la ciudad de Acre.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Tensión bélica ? están bombardeando día y noche hay cientos de víctimas indiscriminadas esto es una GUERRA , dejen de manipular lo que ocurre o intentan blanquear a los sionistas y sus acciones letales .....
Si los fanáticos sionistas no hubieran robado la tierra palestina en 1948 y no los hubieran encarcelado en la franja de gaza, o no hubieran entrado en su lugar de culto mientras rezaban en su día más sagrado del año golpeando a mujeres y niños inocentes y luego tratando de expulsarlos. por la fuerza de más de sus tierras para erigir aún más asentamientos ilegales, no tendrían que tomar represalias. La comunidad internacional considera ilegal el establecimiento de asentamientos israelíes en los territorios ocupados por Israel, que violan el artículo 49 del Cuarto Convenio de Ginebra, que violan las declaraciones internacionales. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Corte Internacional de Justicia y las Altas Partes Contratantes de la Convención han afirmado que los asentamientos sionistas son ilegales. Además, la fuerza excesiva del sionista y la matanza de civiles y niños palestinos desarmados se considera un crimen de guerra.