El acuerdo alcanzado incluye a 136 países y jurisdicciones que abarcan más del 90 % del PIB mundial sobre los 140 que participan en las negociaciones, señaló la OCDE, coordinadora del proceso, en un comunicado.
Tres países europeos de baja fiscalidad para las empresas (Irlanda, Hungría y Estonia) se sumaron al acuerdo político acordado en julio pasado, aunque Pakistán decidió salirse.
Lo pactado supone que la redistribución de unos 125.000 millones de dólares anuales procedentes de los beneficios entre aproximadamente un centenar de multinacionales y empresas muy rentables, destacó la OCDE.
«El acuerdo de hoy hará que las disposiciones fiscales internacionales sean más justas y funcionen mejor. Esta es una gran victoria para un multilateralismo eficaz y equilibrado», afirmó el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
La reunión virtual celebrada hoy entre los 140 países y territorios que forman parte del llamado «marco inclusivo» formaba parte del proceso para avanzar hacia la creación, por primera vez, de un mecanismo para que las grandes empresas paguen impuestos por los beneficios que generan en cada Estado o territorio, así como una fiscalidad mínima para los impuestos de sociedades.
El acuerdo se basa en dos pilares cuyas líneas generales se trazaron en el consenso de 130 países alcanzado el pasado 1 de julio.
El Pilar 1 fija el volumen del beneficio residual de las empresas (el que queda después de que el país donde esté la sede se haya quedado con el impuesto correspondiente al 10 % de la rentabilidad) se repartirá entre los países donde operan las compañías.
La cifra acordada hoy fue del 25 % de ese beneficio residual, después de que hasta ahora se estuviera discutiendo entre un rango entre el 20 y el 30 %.
Esto se refiere a grandes empresas con una facturación mundial superior a los 20.000 millones de euros y una rentabilidad superior a los del 10 %, y el reparto de beneficios se realizaría entre los países donde cada compañía tiene ingresos superiores a un millón de euros (250.00 en pequeños estados).
El Pilar 2 establece ahora que un impuesto de sociedades mínimo del 15 %. En su anterior formulación, se preveía «al menos el 15 %», lo que se interpreta como una flexibilización para atraer a los países más remisos, como los tres europeos.
La suma de Irlanda, Hungría y Estonia hace que ya el acuerdo tenga el apoyo de todos los países del G20 y de la OCDE.
Además de la salida de Pakistán, siguen sin sumarse al actual consenso otros tres países que ya estaban fuera: Nigeria, Kenia y Sri Lanka, con lo que un total de 136 países y jurisdicciones respaldan esta iniciativa.
Este acuerdo será discutido en la cumbre del G20 de Roma, los próximos 30 y 31 de octubre, donde se estudiarán los próximos pasos a dar para que lo pactado pueda aplicarse ya desde 2023.
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