Barbados, que estuvo unido a la Corona británica durante casi 400 años, cambió así su estatus de monarquía constitucional a república y cortó definitivamente los lazos con su pasado colonial. Tras un saludo de 21 disparos en la Plaza de los Héroes Nacionales de Bridgetown, Mason aseguró que con esta transición los barbadenses, cerca de 280.000 habitantes, podrán «aprovechar al máximo» la esencia de su soberanía. En presencia del heredero al trono británico, la nueva presidenta recordó que «durante décadas» ha habido debates en la isla sobre la transición de Barbados a una república. El antiguo primer ministro Freundel Stuart anunció en marzo de 2015 que el país sustituiría la monarquía por una república en 2016, lo que, de haberse llevado a cabo, hubiera coincidido con el 50 aniversario de la independencia. «Hoy el debate y el discurso se han convertido en acción. Hoy ponemos nuestra brújula en una nueva dirección, basándonos en los éxitos de los últimos 55 años y animados por la confianza generada por nuestros triunfos y logros», subrayó Mason.
«A medida que viajamos hacia adelante, debemos evitar la trampa de simplemente revivir y confiar en los logros pasados como nación. En su lugar, debemos perfeccionar la definición del Estado y de la marca Barbados en un mundo más complejo, fracturado y turbulento», aseveró. A la ceremonia de gala, asistieron, además de Carlos de Gales; el exjugador de críquet Garry Sobers y la cantante Rihanna, ambos de Barbados, que fueron recompensados con la distinción de Héroe Nacional. También destacó la presencia de varios líderes de la Comunidad del Caribe (CARICOM), entre cuyos quince estados miembros hay varias antiguas colonias británicas.
El príncipe de Gales, quien recibió la Orden Honoraria de la Libertad de Barbados aunque su presencia en los actos fue criticada por algunos, dijo que la creación de esta república marca «un hito en el largo camino» que los barbadenses «han recorrido y construido». En su discurso, hizo alusión a «las espantosas atrocidades de la esclavitud» durante la época colonial, ya que a Barbados, al igual que a otras islas caribeñas, fueron transportados esclavos procedentes de África para trabajar en las plantaciones de azúcar. Por ello, el príncipe Carlos destacó que la población de la isla «ha forjado su camino con extraordinaria fortaleza, emancipación, autogobierno e independencia» y ahora contempla «un nuevo horizonte».
Barbados seguirá vinculado al Reino Unido como miembro de la Commonwealth, a la que también pertenecen otros países del Caribe que ya sustituyeron en el pasado a la reina Isabel II por un presidente. Es el caso de Guyana, que proclamó la república en 1970, y de Trinidad y Tobago y Dominica, que rompieron sus vínculos con la Corona británica en 1976 y 1978, respectivamente. A todos ellos se podrían sumar en el futuro otros países. «Barbados no está haciendo nada nuevo, pero lo que está haciendo es de suma importancia (...) Tengo la esperanza de que, en mi vida, todos o la mayoría de los países independientes de CARICOM pasen de un sistema monárquico a uno republicano», dijo el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
Gonsalves, cuyo país es una antigua colonia británica que sigue unida a la Corona, detalló que espera «sinceramente ese cambio», tanto en su isla, como en Antigua y Barbuda, las Bahamas, Belice, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía. El primer paso dado por Barbados en sus primeras horas como república fue el cambio del estandarte real por uno presidencial y la entrega de honores a más de 80 de sus ciudadanos, en su mayoría involucrados en la lucha contra la pandemia de la COVID-19. El equipo de siete miembros que ha gestionado la pandemia, entre ellos el ministro de Salud, Jeffrey Bostic, recibió la Orden de la Libertad de Barbados, país cuya economía, en gran medida dependiente del turismo, se ha visto muy afectada por la COVID-19.
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