En principio, la campeona olímpica y mundial, a la que le queda por cumplir unos ocho años de prisión, posiblemente será trasladada próximamente a una cárcel para mujeres. Griner, que cumplió 32 años hace una semana, asistió por videoconferencia a la vista celebrada en la ciudad de Krasnogorsk, adonde también acudió Elizabeth Rood, encargada de negocios de la embajada de EEUU en Rusia. «Nueve años de cárcel es demasiado (...) y gente que comete crímenes mucho más terribles recibe penas menores. Pido que se revise la sentencia. Lamento mi error. Soy culpable, pero no había mala intención. Espero que el tribunal lo tenga en cuenta», dijo Griner durante su turno de palabra. La víspera ya aseguró a través de sus abogados que no esperaba «milagros», aunque sí que el tribunal escuchara los argumentos de la defensa.
Los defensores de la deportista habían pedido hoy al Tribunal de la región de Moscú que absolviera a Griner o redujera la pena, mientras la fiscalía solicitó mantenerla en firme. «Consideramos que el Tribunal de Jimki estableció erróneamente la intención delictiva. Griner carecía de ella», dijo uno de los abogados de la deportista. Agregó: «Ella aceptó plenamente su culpabilidad y el tribunal consideró sólo parcialmente su reconocimiento de culpa». En su opinión, el fallo emitido en agosto es injusto y «extraordinariamente severo» debido tanto a la pequeña cantidad de cannabis requisada como a sus logros deportivos y sus actividades humanitarias. El fiscal solicitó hoy al tribunal que mantengan en vigor la pena dictada el pasado 4 de agosto.
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha demandado insistentemente la liberación de la jugadora, una de las grandes estrellas del baloncesto mundial. En agosto pasado el tribunal de Jimki consideró a la deportista «culpable de cometer el delito» estipulado por los artículos 228 y 229.1 del código penal ruso (tenencia y tráfico de drogas). La deportista, que fue detenida en un aeropuerto de Moscú con aceite de cannabis entre sus pertenencias, aceptó el fallo, aunque durante el juicio pidió clemencia tras admitir su error. Sus abogados, que pusieron en duda como prueba las muestras de cannabis tomadas por la policía rusa tras su detención, recurrieron el fallo el 15 de agosto. La legislación rusa castiga con un máximo de diez años de cárcel el delito cometido por la estadounidense, de 2,06 metros y que milita en el equipo ruso UMMC de Yekaterimburgo.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, propuso a su colega ruso, Serguéi Lavrov, el canje de Griner y el también estadounidense Paul Whelan, condenado a 16 años por espionaje, por el «mercader de la muerte», el ruso Victor But, que cumple 25 años de cárcel en una prisión estadounidense. La Casa Blanca rechazó la «contrapuesta» de Rusia, que quería incluir a un segundo preso ruso en el intercambio, el checheno Vadím Krásikov, según informó la CNN.
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