Un soldado ucraniano en la región de Jersón. | Reuters - VIACHESLAV RATYNSKYI

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Las tropas ucranianas han realizado progresos en los últimos días en la margen izquierda del Dniéper en la región sureña de Jersón, lo que podría ser una señal de que Rusia tiene dificultades para trasladar hacia allí efectivos de refuerzo debido a los combates en casi toda la línea del frente. Según el «think tank» estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), que cita imágenes geolocalizadas y blogueros militares rusos, efectivos ucranianos con el empleo incluso de algunos blindados se han adentrado unos tres o cuatro kilómetros en la margen derecha del Dniéper en el sur de la región de Jersón.

El ISW considera que los combates defensivos y ofensivos que el Ejército ruso libra en otros sectores podrían recortar su capacidad de desplazar refuerzos al sur la región de Jersón, la antesala de la anexionada península de Crimea. En la pasada jornada las tropas rusas rechazaron al menos ocho ataques ucranianos en los sectores de Kúpianks, Limán y Donetsk, según el parte emitido hoy por Ministerio de Defensa de Rusia. El mando militar ucraniano informó a su vez de que las fuerzas rusas reanudaron sin éxito los ataques contra la localidad de Avdivka, situada a apenas 10 kilómetros de la ciudad de Donetsk, la capital de la región homónima, que Rusia controla desde 2014.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, agradeció hoy a «todos los que luchan en la orilla izquierda de la región de Jersón por el bien de Ucrania», en un mensaje a la nación con motivo del aniversario de la liberación de la ciudad de Jersón, situada la ribera del Dniéper. Gracias a esa operación, añadió el mandatario, las fuerzas ucranianas limpiaron la orilla derecha del Dniéper de ocupantes rusos, «liberaron una parte significativa de la región de Jersón, proporcionaron protección adicional a Mykolaiv, Odesa y otras ciudades y pueblos en el sur» y «solidificaron el éxito de Ucrania en la batalla por el mar Negro».

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En el último año, dijo, Rusia «ha estado buscando venganza» por la liberación de Jersón y de otras ciudades ucranianas con ataques diarios con bombas, artillería y misiles. «Sólo desde ayer por la tarde hasta esta mañana, casi cuarenta drones y misiles... Ataques balísticos contra Kiev, drones y cohetes contra Odesa, la región de Járkov. Tortura deliberada por parte del enemigo. ¡Todos los días! ¡Pero ni un solo día de desesperación para nosotros!», aseguró. Sin embargo, en Kiev cunde la preocupación ante la posible reducción de la asistencia militar y financiera de Estados Unidos por las discrepancias entre demócratas y republicanos sobre este particular.

El jefe la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, afirmó que el club comunitario tiene que estar dispuesto a tomar el relevo de Estados Unidos en el apoyo a Ucrania. «Los europeos, que tenemos los medios necesarios para ello, tenemos que estar dispuestos política y materialmente a ayudar a Ucrania e incluso a tomar el relevo de Estados Unidos si, como quizá sea probable, su apoyo disminuye», dijo Borrell en un videomensaje al congreso del Partido Socialista Europeo en Málaga (España).

Borrell aseguró que Europa ya «ha estado a la altura de sus responsabilidades», tanto con su apoyo hasta ahora como con el potente simbolismo de recomendar el inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania a la Unión Europea alrededor de año y medio después de la solicitud de Kiev. «Debemos permanecer unidos y prepararnos para un conflicto más largo que lo que Rusia pensó, que Rusia nunca podrá ganar, pero cuyo final puede retrasarse», advirtió. El máximo responsable de la diplomacia comunitaria tildó al régimen del presidente ruso, Vladímir Putin, de «adicto a la guerra» por haberse convertido en «un instrumento de supervivencia política frente a una población amordazada».