Daniel Hagari es el portavoz del Ejército de Israel.

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El Ejército israelí confirmó este domingo que ninguno de los alrededor de 170 drones que Irán lanzó antes de la medianoche ha alcanzado territorio israelí. Además, ha asegurado haber interceptado 25 de unos 30 misiles de crucero y casi todos los misiles balísticos de «más de 120». «El 99% de las amenazas lanzadas contra territorio israelí fueron interceptadas, un logro estratégico muy significativo», dijo hoy en una rueda de prensa con medios el portavoz castrense, Daniel Hagari, en referencia a un ataque que describió como «más de 300 amenazas de diversos tipos».

Además, el portavoz confirmó también varios lanzamientos, sin especificar un número, desde los «territorios de Irak y Yemen», pero dijo que ninguno de ellos cruzó a territorio israelí. La única persona herida de gravedad durante el ataque en represalia iraní de ayer fue una niña beduina del sur del país, de siete años, herida en la cabeza con un impacto de metralla y que fue trasladada inconsciente al Hospital Soroka, en la región sureña del Néguev. A este mismo centro llegaron otras 8 personas con heridas leves «de metralla o mientras buscaban refugio» y tres más con síntomas de ansiedad, informó este centro médico.

«La amenaza iraní se enfrentó a la superioridad aérea y tecnológica de las Fuerzas de Defensa Israelí, junto con una fuerte coalición de combate, que en conjunto interceptaron la abrumadora mayoría de las amenazas», dijo Hagari. La base Nevatim, localizada al sureste de la ciudad sureña de Beerseva, también sufrió daños menores tras el impacto de un misil balístico, y según Hagari, aunque Irán buscaba incapacitarla «fracasó». «Los aviones de la Fuerzas Aéreas de Israel continúan despegando y aterrizando desde la base y partiendo para misiones ofensivas y defensivas», dijo el contralmirante. En las últimas horas, decenas de cohetes han sido lanzados desde territorio libanés hacia Israel, dijo el ejército, sin que se reportaran víctimas. Y aviones israelíes atacaron posiciones de la milicia chií poriraní Hizbulá en el sur del Líbano, incluidos objetivos de su cuerpo de élite Radwan.

Promesa de castigo

El régimen de Irán llevaba semanas prometiendo un «castigo» contra Israel en respuesta al ataque del 1 de abril contra el Consulado iraní en Damasco y finalmente cumplió sus amenazas, con una acción masiva con drones y misiles que no tiene precedentes y que eleva al máximo la tensión entre estos dos históricos enemigos, polos opuestos de un Oriente Próximo que lleva meses en guardia. Las autoridades israelíes llevaban tiempo preparándose ante lo que parecía inevitable y ya antes de que se confirmase el ataque suspendió clases y limitó el derecho de reunión. Poco después, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que el ataque había comenzado, hablando ya desde un inicio de «decenas» de drones, si bien la Guardia Revolucionaria matizó después para incluir también misiles entre los proyectiles lanzados --la prensa oficial habla incluso de misiles balísticos--.

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El portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, confirmó que, en total, han sido más de 200 proyectiles, si bien la mayoría de ellos habrían sido interceptados fuera de territorio israelí. En una de estas interceptaciones fue herida una niña, alcanzada por metralla en una comunidad beduina cerca de Arad, en el este, según el servicio de ambulancias Magen David Adom. Hagari también notificó daños en una base militar del sur de Israel, aunque ha afirmado que no revisten gravedad. Las agencias oficiales iraníes han hecho especial hincapié en los impactos sobre estas instalaciones, incidiendo en que sirvieron como base para lanzar el bombardeo contra el Consulado, si bien las imágenes más difundidas en estos medios han sido las de los proyectiles sobrevolando algunos de los lugares más emblemáticos de Jerusalén.

El Gobierno de Irán ha apelado a su derecho a la autodefensa para justificar la acción y su delegación ante la ONU ha llegado a decir que, por ellos, este cruce de ataques puede darse por «concluido», en un llamamiento velado a Israel para que se abstenga de una contrarréplica. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya salió al paso de cualquier especulación nada más producirse los lanzamientos de drones y misiles para señalar, por un lado, que Israel es «fuerte» y se había estado «preparando» para el «ataque directo» y, por otro, que no se quedará de brazos cruzados. «He fijado un principio claro: quien quiera que nos haga daño, le haremos daño. Vamos a defendernos de cualquier amenaza y vamos a hacerlo con calma y determinación», ha advertido Netanyahu, que ha reunido al gabinete de guerra para estudiar cuál puede ser esta respuesta.

El principal valedor internacional de Israel, Estados Unidos, ha vuelto a salir en su defensa, tanto política como militarmente. El presidente estadounidense, Joe Biden, se movilizó nada más conocer la noticia y convocó a su principal equipo de seguridad en la Casa Blanca, para dejar claro que el apoyo a Israel es «férreo», independientemente de las discrepancias de estos últimos meses. De hecho, las fuerzas norteamericanas han participado de manera directa en el derribo de algunos de los proyectiles iraníes, tal como ha confirmado el propio Biden tras hablar por teléfono con Netanyahu. Según el mandatario norteamericano, la colaboración entre los dos países ha permitido que fuesen derribados «casi todos» los drones y misiles, si bien ha puesto en valor la fortaleza de la defensa de Israel por sí sola. «Aunque hoy no hemos visto ataques contra nuestras fuerzas o instalaciones, seguiremos vigilantes ante cualquier amenaza y no dudaremos en tomar las acciones que sean necesarias para proteger a nuestra gente», ha advertido también el inquilino de la Casa Blanca, sin aludir a la hipotética respuesta israelí. Reino Unido también ha confirmado una movilización de sus equipos «en respuesta a la escalada en la región y en colaboración con los aliados».

El ministro de Defensa británico, Grant Shaps, ha anunciado el despliegue de más aviones militares en la zona, dispuestos a «interceptar ataques aéreos dentro del ámbito de las misiones» ya en vigor, destinadas principalmente a contener el terrorismo en Irak y Siria. Todo ello pese a que desde Teherán se han sucedido los mensajes de aviso contra los países que puedan salir en estas horas clave al auxilio de Israel, por ejemplo facilitando su espacio aéreo o el uso de su territorio para lanzar algún tipo de ataque contra Irán. La Guardia Revolucionaria iraní ha señalado directamente a Estados Unidos, país al que ha llamado en una nota a no inmiscuirse o a atenerse a una respuesta «contundente».