Los ataques frustrados incluían un plan para apuñalar a personas al azar y preparativos para un asalto a edificios y eventos específicos, dijo la AIVD en su informe anual, sin aportar más detalles. «Hubo dos cuestiones que movilizaron: la destrucción del Corán en Holanda y otros países europeos y el conflicto entre Israel y Hamás», dijo la agencia holandesa.
Suecia elevó su alerta terrorista en agosto al segundo nivel más alto, después de que las quemas del Corán y otros actos en el país contra el libro sagrado del Islam indignaran a los musulmanes y desencadenaran amenazas de los yihadistas. En octubre, dos aficionados al fútbol suecos fueron asesinados a tiros en Bruselas, presuntamente por un hombre que se identificó como miembro del grupo yihadista Estado Islámico.
También el pasado mes de octubre, un hombre de 20 años apuñaló mortalmente a un profesor e hirió gravemente a otras dos personas en un ataque en una escuela de la ciudad de Arras, en el norte de Francia, en lo que el presidente Emmanuel Macron condenó como «terrorismo islámico bárbaro».
Israel y Hamás han estado en guerra en Gaza desde que hombres armados del grupo militante palestino que dirige el enclave atacaron el sur de Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y capturando a 253 rehenes, según recuentos israelíes. Israel respondió con una campaña militar en la que más de 34.000 palestinos han muerto, según funcionarios médicos del enclave, y se teme que miles más estén enterrados bajo los escombros. La AIVD no ha precisado cuántos de los ataques yihadistas frustrados se habían producido desde el 7 de octubre. En diciembre, la agencia antiterrorista holandesa elevó su nivel de amenaza por primera vez desde 2019 a 4, o «sustancial», en su escala de cinco niveles, citando la guerra en Gaza.
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Y los que se ejecutaron no eran atentados islamistas, eran desequilibrados mentales. Agenda 2030.