Imagen de un funeral en la zona de la Franja de Gaza. | Ramadan Abed

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Al menos una treintena de personas murieron este domingo en diversos puntos de la Franja de Gaza, después de que el Ejército israelí retomara sus ataques en el norte del enclave mientras expande sus operaciones en el sur, según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa. El medio palestino, que cita fuentes locales, dijo que doce cadáveres llegaron hoy al hospital Kamal Adwan, en la localidad de Beit Lahia (norte), donde Israel ha retomado su ofensiva ante el retorno de Hamás.

La mayoría de las tropas israelíes abandonaron esa zona del enclave palestino hace un mes y operaban solo en el corredor que une el norte y el sur de Gaza, pero en los últimos días regresaron al norte, en particular al campo de refugiados de Yabalia, donde dicen que el grupo islamista se está reagrupando. El campamento fue uno de los primeros lugares donde entró el Ejército en octubre, y desde entonces cientos de personas han muerto en ataques aéreos y gran parte de su infraestructura ha quedado devastada.

Mientras, Israel continúa con sus ataques en Rafah, en el extremo más meridional de la Franja, donde ha ordenado evacuar a miles de personas de diferentes barrios mientras lleva a cabo una «operación precisa contra Hamás», según el principal portavoz castrense, Daniel Hagari. Según Wafa, 18 cadáveres llegaron al hospital Al Kuwaiti de la localidad sureña en las últimas horas, después de varios bombardeos israelíes.

Se estima que en los últimos días unas 300.000 personas han abandonado la zona, donde más de un millón de palestinos acudieron a refugiarse tras el comienzo de la guerra. Desde que comenzó la guerra en octubre, casi 35.000 personas han perdido la vida en el devastado enclave palestino, según las cifras del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.

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Además, miles de cuerpos se encuentran todavía bajo los escombros, sin que las autoridades locales puedan acceder a ellos. El grupo islamista palestino acusó a Israel de cometer los crímenes de «genocidio, guerra de inanición y limpieza étnica» en un comunicado este sábado en el denunció el cierre del paso fronterizo de Rafah por quinto día consecutivo.

Según Hamás, la situación ha impedido a miles de heridos y enfermos abandonar el enclave, donde apenas quedan hospitales operativos, para recibir tratamiento fuera, y ha restringido la llegada de alimentos y medicinas. «Pedimos a la comunidad internacional, a las Naciones Unidas y a sus instituciones que tomen medidas urgentes para detener esta catástrofe humanitaria», dijo el grupo palestino.

Según datos públicos de la ONU, apenas seis camiones con ayuda humanitaria han entrado en la Franja de Gaza desde el 5 de mayo, cuando Israel cerró el cruce de Kerem Shalom -ahora reabierto- tras un ataque con cohetes de Hamás que dejó cuatro soldados muertos.

El Ejército israelí aseguró anoche haber permitido la entrada de unos 200.000 litros de combustible a través del paso de Kerem Shalom y haber ayudad a coordinar la apertura de un hospital de campaña en el centro de Gaza.