Tanque israelí en las operaciones militares en la Franja. | Reuters - ATEF SAFADI

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Israel ha enviado tanques a Rafah este miércoles y ha asegurado que su guerra contra Hamás en Gaza probablemente continuará lo que queda de año, después de que Washington apuntara que su asalto no equivale a una gran incursión terrestre en la ciudad del sur de Gaza que las autoridades estadounidenses han pedido a su aliado que evite. Los tanques israelíes avanzaron el martes por primera vez hasta el corazón de Rafah tras una noche de intensos bombardeos, a pesar de la orden de la Corte Internacional de Justicia para que pusiera fin a su ataque contra la ciudad, uno de los últimos lugares de refugio en Gaza.

Los residentes de Rafah dijeron que los tanques se habían adentrado en Tel Al-Sultan, en el oeste de Rafah, y en Yibna y cerca de Shaboura, en el centro, antes de retirarse hacia una zona en la frontera con Egipto. «Recibimos llamadas de socorro de residentes en Tel Al-Sultan, donde los drones apuntaban a ciudadanos que se desplazaban desde zonas seguras», dijo Haitham al Hams, subdirector de los servicios de ambulancias y emergencias de Rafah.

Israel afirma que su ejército controla tres cuartas partes de la zona tampón en la frontera egipcia y pretende dominarla toda para impedir el contrabando de armas por parte de Hamás. El ministro palestino de Sanidad, Majed Abu Ramadan, dijo que no había indicios de que el paso fronterizo de Rafah fuera a reabrirse pronto para la ayuda. Los combates en Gaza continuarán al menos hasta el final de 2024, comentó el asesor de Seguridad Nacional del primer ministro Benjamin Netanyahu, Tzachi Hanegbi, dando a entender que Israel no está dispuesto a poner fin a la guerra como exige Hamás, como parte de un acuerdo que consideraría el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos.

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«Los combates de Rafah no son una guerra inútil», afirmó, reiterando que el objetivo era poner fin al Gobierno de Hamás en Gaza y evitar que este y sus aliados atacaran Israel. Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, reiteró su oposición a una gran ofensiva terrestre israelí en Rafah, pero en las últimas horas ha refrendado que no cree que tal operación esté en marcha. Se esperaba que Qatar, el mediador, transmitiera este martes a Hamás la última propuesta israelí de alto el fuego y liberación de rehenes, según una persona familiarizada con el asunto.

Hamás, que ha afirmado que las conversaciones son inútiles a menos que Israel ponga fin a su ofensiva sobre Ráfah, no se ha pronunciado al respecto. Los brazos armados de Hamás y la Yihad Islámica dijeron que se enfrentaron a las fuerzas invasoras con cohetes antitanque y bombas de mortero, además de hacer estallar artefactos explosivos colocados previamente. Algunos residentes dijeron haber visto lo que describieron como vehículos blindados robotizados no tripulados abriendo fuego con ametralladoras en algunas partes de la ciudad.

Autoridades sanitarias palestinas dijeron que varias personas resultaron heridas el miércoles por la mañana por fuego israelí en la zona oriental de Rafah, donde también dijeron que algunos almacenes de ayuda fueron incendiados. Los residentes afirmaron que los constantes bombardeos israelíes destruyeron durante la noche muchas viviendas de la zona, de donde la mayoría de la población ha huido tras las órdenes de evacuación dadas por Israel. La agencia de noticias pro Hamás Shebab, así como algunos residentes y periodistas, informaron de cortes de Internet y de las comunicaciones móviles en algunas zonas tanto del este como del oeste, en medio de los intensos bombardeos aéreos y terrestres israelíes. El ejército israelí no confirma estas informaciones.