El secretario de Estado y el emir de Catar. | Reuters - Ibraheem Al Omari

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El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, culpó este miércoles desde Doha al grupo islamista palestino Hamás de impedir que se llegue a un acuerdo de tregua tras pedir «numerosos cambios» a la propuesta presentada por Estados Unidos, ya que algunos de ellos no son «viables». «Numerosos cambios han sido propuestos al acuerdo que está en la mesa y que todo el mundo respalda. Algunos de ellos son cambios viables, pero otros no», afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa junto al primer ministro y ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abdelrahman.

Visiblemente molesto, Blinken afirmó que se llega a un punto en una negociación «en el que si una parte sigue cambiando sus demandas, incluso haciendo demandas e insistiendo en cambios para cosas que ya habían aceptado, tienes que preguntarte si están procediendo de buena fe o no». Igualmente, dijo que, junto a los mediadores Egipto y Catar, su país está «decidido a intentar salvar las distancias». Pero aunque se trabaje para que esas brechas puedan ser salvadas, «no significa que se vayan a salvar».

«Cuanto más tiempo pase, más gente sufrirá. Y es hora de acabar con el regateo y empezar un alto el fuego. Es tan simple como eso», aseveró Blinken en la última parte de su octava gira por Oriente Medio desde el pasado 7 de octubre, cuando Hamás atacó Israel y causó la muerte de unas 1.200 personas y secuestró a otras 200, lo que desencadenó una guerra en la Franja de Gaza que ha causado más de 37.000 muertos. A la pregunta de si también Israel debería ser presionado, Blinken señaló: «Israel aceptó la propuesta. Tal y como era. Y Hamás no lo hizo, así que creo que está bastante claro lo que tiene que pasar. Estamos decididos a intentar trabajar en eso en los próximos días. Vamos a trabajar en esto con urgencia y ver si las lagunas son factibles».

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E insistió en que «está claro» para todos que en el caso de que no se acepte, Hamás ha hecho «una elección para continuar una guerra que ellos empezaron». Presión para ambas partes Por otro lado, el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdelrahman, aseguró que «ambas partes», tanto Israel como Hamás, «necesitan hacer algunas concesiones para llegar a un acuerdo». «Si hablamos de presión, la presión debe estar en ambas partes», afirmó el Bin Abdelrahman, que destacó las «declaraciones contradictorias de algunos funcionarios israelíes», a los que también se «debe presionar». Su rol como mediadores, indicó el responsable catarí, es intentar cerrar las brechas «y no juzgar a una parte u otra».

Blinken y Bin Abdelrahman se negaron a especificar los cambios que Hamás ha planteado a la propuesta de tregua presentada hace doce días por el presidente estadounidense, Joe Biden. Sin embargo, un responsable de Hamás indicó hoy a EFE bajo condición de anonimato que su grupo «ha propuesto un nuevo calendario para un alto el fuego permanente y la retirada de toda Gaza, incluida Rafah», en el sur del enclave palestino, y que conecta Egipto con la Franja. Los cambios tratan también de aclaraciones sobre si el alto el fuego es temporal o permanente - la cuestión clave de esta negociación-, así como la retirada israelí completa de Gaza y los plazos durante los cuales se llevará a cabo este procedimiento.

El informante insistió en que «no hay cambios fundamentales con respecto al intercambio de prisioneros, sino más bien algunas cuestiones relacionadas con el alto el fuego y cuándo será permanente». Esa propuesta, apoyada el pasado lunes por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, ofrece a Israel y Hamás un plan de tres fases de seis semanas de duración para poner fin a la guerra en Gaza. Además de un alto el fuego, el plan contempla el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, una retirada israelí de Gaza, el aumento de ayuda a los gazatíes, entre otros puntos, y en una última fase un proceso para la reconstrucción del enclave.