Keir Starmer y su esposa Victoria, de camino a su colegio electoral. | Reuters - Maja Smiejkowska

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Las elecciones generales en el Reino Unido transcurren con normalidad este jueves, y los dos principales candidatos ya han depositado su papeleta en la primera mitad de la jornada electoral. Ambas puestas en escena han tenido evidentes diferencias: los líderes del Partido Laborista y del Partido Conservador han ejercido su derecho al voto con un ánimo nítidamente enfrentado. Como el día y la noche. Mientras el favorito para ser el próximo primer ministro de Reino Unido, el laborista Keir Starmer, espera que las urnas confirmen ese «cambio» que muchos anticipan, su oponente Rishi Sunak ha vuelto a insistir a la población británica en que eviten «una 'supermayoría'» del hasta ahora principal opositor.

Starmer ha acudido a votar este jueves a un colegio electoral del norte de Londres, a la espera de que las urnas confirmen el «cambio» que la oposición viene reclamando. «Vota cambio», ha reclamado insistido en una publicación en las redes sociales, antes de acudir junto a su esposa a ejercer su derecho de sufragio en Kentish Town. También ha difundido un vídeo en el que llama a pasar página de 14 años de gobiernos conservadores en Reino Unido. Entre los políticos que han acudido a votar figura, además, el anterior líder laborista, Jeremy Corbyn, que en estas elecciones se presenta como independiente en Islington del Norte, la circunscripción por la que ocupa un escaño desde hace más de cuatro décadas.

Más temprano aun ha acudido al colegio electoral el actual primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, quien ha repetido un llamamiento a la población realizado ya en los últimos mítines: deben «evitar una 'supermayoría' de los laboristas», que según su parecer puede tener efectos devastadores. Desde luego devastadoras son las tendencias que muestran todas las encuestas para los intereses de los Conservadores, dado que la totalidad de los sondeos dan una clara victoria al partido que en los últimos años ha liderado la oposición.

«Las urnas están abiertas. Voten conservador para evitar una 'supermayoría' laborista que significaría impuestos más altos para toda una generación», ha dicho Sunak en un mensaje en su cuenta en la red social X tras acudir a votar a North Yorkshire acompañado de su esposa, Akshata Murty. Durante el último día, Sunak ha publicado un mensaje cada hora a modo de cuenta atrás con diferentes motivos para «evitar una 'supermayoría' laborista» en las urnas. «Está en sus manos», dijo hace 24 horas, dando inicio a esta batería de 'tuits', en los que argumenta que «a los laboristas no les importa el tamaño de la clase de sus hijos» o que el partido opositor defiende «impuestos más altos y fronteras más débiles».

Prime Minister Rishi Sunak votes in UK General Election
Sunak y su esposa se marchan de la mano tras depositar su voto. Foto: Reuters.

«La compañía energética de los laboristas no generará energía. Eso sólo significa una cosa. Impuestos más altos», dijo en otro de los mensajes, tras lo que insistió en que «los laboristas elevarán los impuestos» y en que «las familias trabajadoras pagarán 2.094 libras más en impuestos bajo los laboristas». «Los laboristas incrementarán el impuesto de sucesiones e irán también a por los pensionistas», recalcó Sunak, que ha hecho de este el principal caballo de batalla de su campaña. «Los laboristas se contentan con elevar los impuestos, pero no se comprometen a defender el país», reiteró, ahondando sus críticas a la oposición por lo que considera una postura débil frente a la migración. En esta línea, argumentó que «los laboristas incrementarán los impuestos en todas las fases de la vida, incluida la muerte» y que Starmer «pondrá impuestos hasta por conducir». «Los laboristas elevarán los impuestos. Una y otra y otra vez», zanjó en un último mensaje antes de acudir a votar.

Los colegios electorales han abierto a las 7.00 horas (una hora más en la Península y Baleares) para las primeras parlamentarias desde diciembre de 2019, un periodo en el que tres primeros ministros han vivido en Downing Street, ejemplo de una época convulsa marcada por el Brexit que, según todos los sondeos, precede a un cambio de ciclo en el que los laboristas aspiran incluso a conseguir su mayor victoria histórica. Salvo sorpresa mayúscula, el próximo primer ministro será Starmer, que tras asumir sin grandes aspavientos en 2020 el liderazgo de la oposición ha ido ganando popularidad a costa de un Partido Conservador que no ha dejado de perderla, empezando por los efectos colaterales de la salida de la Unión Europea y su afectación a los servicios públicos y la economía, pasando por la controvertida gestión política de Boris Johnson durante la pandemia, y concluyendo en el proyecto de enviar migrantes y solicitantes de asilo a Ruanda.