El condenado en el juicio por crímenes de guerra. | Reuters - Piroschka Van De Wouw

TW
2

El «Comandante Lobo» Pjeter Shala, exmiembro del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), fue condenado este martes a 18 años de prisión por arresto arbitrario, tortura y asesinato, crímenes de guerra cometidos en 1999 en la Fábrica de Metales de Kukës (Albania), en una sentencia emitida por el Tribunal Especial para Kosovo (TEK) en La Haya. Pjeter Shala, de 60 años, ha sido sentenciado a una pena única de 18 años de cárcel, de los que se restarán el tiempo que ya pasó en prisión desde su detención en 2021.

Los jueces del TEK consideraron a Shala culpable de tres crímenes de guerra -detención arbitraria, tortura y asesinato– y lo absolvieron de «trato cruel» a las personas detenidas y torturadas entre el 17 de mayo y el 5 de junio de 1999 en la Fábrica de Metales de la ciudad albanes de Kukës. Conocido como el «Comandante Lobo», Shala escuchó el veredicto de pie, con aspecto serio, vestido con un traje, camisa blanca y corbata morada, pero rompió su silencio nada más escuchar los «18 años» a los que se le condena.

«Venga, más, más», gritó, en inglés, mientras la jueza Mappie Veldt-Foglia leía la parte técnica de la sentencia y le recordaba que no tenía el turno de la palabra y debía mantenerse en silencio. «Basándose en la totalidad de las pruebas, el Panel de Primera Instancia determina que Shala es culpable de cometer actos criminales: detención arbitraria contra al menos 18 personas, tortura contra al menos 18 personas y asesinato como crimen de guerra contra una persona», enumeró Veldt-Foglia durante la lectura del veredicto. Además, señaló que el acusado había «trasladado bajo su custodia» a una de las personas que había estado detenido en la fábrica de metales, y, junto a otros miembros del ELK, «participó en el interrogatorio y el maltrato» de los detenidos.

«Fue el primero en golpear a algunos detenidos. Una de las víctimas dijo que Shala lo golpeó con un bate de béisbol y le acusó de ser un espía». En 2020 Shala fue formalmente acusado de la comisión de crímenes de guerra contra personas arrestadas de forma arbitraria en la Fábrica de Metales de Kukës, utilizada por el ELK como centro de detención de ciudadanos de la República Federal de Yugoslavia que no participaban activamente en las hostilidades. Se contabilizaron al menos 18 víctimas, en su mayoría albanokosovares, que fueron arrestados, interrogados y torturados por presuntamente colaborar con Serbia o por su oposición a las actividades del ELK. Uno de los detenidos fue asesinado.

Shala, que cuenta con la nacionalidad belga, fue arrestado el 16 de marzo de 2021 en Bélgica y, un mes después, fue trasladado a la Unidad de Detención en La Haya. Compareció por primera vez ante el Juez de Instrucción del TEK el 19 de abril, para declararse «no culpable» de todos los cargos incluidos en la acusación. Pero la fiscalía del ELK consideró que los cargos están bien demostrados y había pedido a la Corte «una sentencia única de 28 años de prisión» contra Shala por «participación directa» y por hacer «una contribución considerable» a los crímenes de guerra que se le imputan.

Este tribunal, conocido formalmente como las Cámaras Especializadas de Kosovo, es parte del sistema judicial kosovar, pero está compuesto por expertos internacionales y se encuentra en La Haya, territorio neutral alejado de la zona donde tuvo lugar el conflicto, aunque es poco popular en Kosovo, al ser visto como una Corte lejana que juzga a héroes nacionales que lucharon por la libertad de los albanokosovares contra los serbios. Fue establecido en 2015 por el Parlamento de Kosovo, tras las fuertes críticas a la falta de independencia del sistema judicial nacional y su falta de capacidad para proteger a los testigos.

El TEK condenó en 2022 al excomandante kosovar Salih Mustafa por los crímenes de guerra de arresto arbitrario, tortura y asesinato en otro centro de detención de la guerrilla albanokosovar en 1999, aunque redujo el pasado diciembre su sentencia total de 26 a 22 años de prisión. La guerra de Kosovo entre el ELK y las fuerzas serbias terminó con una intervención aérea de la OTAN en 1999, tras contabilizar más de 10.000 fallecidos por el conflicto. La independencia en 2008 de Kosovo, antigua provincia serbia mayormente de etnia albanesa, ha sido reconocida por más de cien países, entre ellos EEUU y la mayoría de los socios de la Unión Europea, aunque no por Serbia, Rusia, China, España y otros Estados.