Pedro Sanchez. | ALEX PLAVEVSKI

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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, exhibió este martes la fortaleza de la economía de España y ofreció su país a las empresas chinas como un «aliado» y un destino «atractivo y seguro» para sus inversiones, además de representar una base ideal de operaciones para terceros mercados.

Sánchez hizo esa defensa de España como destino de inversiones en su intervención en el foro empresarial que se celebró en Shanghái con motivo de la segunda etapa de su visita a China. El jefe del Ejecutivo dijo que China es un socio económico clave para España y pretende seguir ampliando la relación con más comercio y más inversiones.

«Queremos una Unión Europea y una China abiertas al mundo, y por esa razón apostamos por el diálogo honesto para reconducir tensiones existentes que en gran medida son el resultado del anuncio de la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos chinos», añadió.

Ante ello, tal y como defendió en la etapa de su viaje a China en Pekín, propugnó una solución negociada y acordada en el marco de la Organización Mundial del Comercio que ayude a desarrollar unas relaciones económicas equilibradas, justas y que evite ncualquier tipo de escalada comercial que no beneficia a nadie.

La situación de China dijo que hace que sea un país cada vez más relevante para las empresas españolas por las oportunidades que ofrece, pero a la vez consideró a España como «un gran activo» para la inversión y, en concreto, de compañías chinas. «Pocos países ofrecen oportunidades de inversión tan favorables como España, con un entorno abierto y competitivo», añadió antes de detallar algunos de los motivos que apuntalan ese argumento.

Así, recordó que es la cuarta economía de la zona euro y crece a una tasa superior a la de sus socios europeos en el segundo trimestre de este año cuadruplicando el crecimiento medio de la UE y de la zona euro.

Además, aseguró que se han establecido unas bases sólidas para que esto siga siendo así en los próximos años. Otro elemento a favor de España como destino «atractivo y seguro» explicó que es la orientación de su economía hacia la innovación, la digitalización y la descarbonización. También consideró resaltable la ubicación estratégica de España como puente natural entre Europa, América Latina y el Caribe, y el norte de África.

«Una situación natural que se refuerza con unas infraestructuras de primer nivel y un marco legal sólido y transparente que hacen de España una base de operaciones ideal», añadió. De la misma forma, explicó que dispone de un ecosistema empresarial dinámico y un capital humano muy cualificado, adaptable y con una creciente especialización en alta tecnología, un activo que dijo que permite a las empresas innovar y responder rápidamente a los cambios de mercado.

Por todo ello, garantizó que España es un «aliado» para las empresas chinas y una puerta de entrada a Europa. Sánchez consideró que las áreas para ampliar la colaboración empresarial son muchas, pero citó en concreto el vehículo eléctrico, el hidrógeno verde, las infraestructuras sostenibles, la economía circular y la eficiencia energética.

Pero aspira a que la colaboración no se quede sólo en la relación bilateral, sino que se extienda a terceros mercados, como América Latina, en los que España y China actúan ya como socios globales suman sus capacidades Ante las posibles diferencias, animó a sumar esfuerzos citando el proverbio chino que reza que «de las nubes más negras cae el agua más limpia», para transformar los desafíos en oportunidades.

«Vamos a construir puentes donde otro sólo ven barreras y vamos a abrir vías de colaboración que refuercen nuestras economías», añadió. En la apertura del foro intervino también la secretaria de Estado de Comercio, Amparo López, quien abogó por el equilibrio en las relaciones comerciales y una competencia constructiva, y para ello defendió eliminar barreras regulatorias y levantamiento de restricciones por parte de China.