El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha señalado en un comunicado que cuenta con «material documental» que demuestra que el departamento del Ministerio de Exteriores británico para Europa Oriental y Asia Central está implicado en lo que describe como «la escalada de la situación político-militar a nivel internacional».
«Los hechos revelados dan motivos para considerar las actividades de los diplomáticos británicos enviados a Moscú por este departamento como una amenaza para la seguridad de la Federación Rusa», ha sostenido, antes de reiterar que estas personas llevaron a cabo actividades «subversivas». Asimismo, ha destacado que «si se detectan acciones similares por parte de empleados de la misión diplomática británica, el FSB reclamará la finalización de sus misiones en Rusia», sin que el Gobierno de Reino unido se haya pronunciado por ahora sobre esta decisión de Moscú.
En respuesta, el Gobierno de Reino Unido ha tildado de «totalmente infundadas» las acusaciones del FSB y ha detallado que «las autoridades rusas revocaron la acreditación diplomática de seis diplomáticos británicos el mes pasado tras las acciones del Gobierno de Reino Unido en respuesta a las actividades del Estado ruso en Europa y Reino Unido».
«No nos disculpamos por proteger nuestros intereses nacionales», ha indicado el Ministerio de Exteriores británico, según ha recogido el diario británico 'The Guardian'. La decisión de Moscú tiene lugar horas antes de la reunión que mantendrán en Washington el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, en la que está previsto que discutan la petición de Ucrania para que se retiren las restricciones al uso de armamento entregado por los aliados de Kiev contra objetivos en territorio de Rusia.
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