Violencia en Pakistán. | Reuters - FAYYAZ AHMED

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Las autoridades paquistaníes han elevado a 42 los fallecidos, tras la muerte de otras cuatro personas más en las últimas horas, por el ataque perpetrado por personas no identificadas contra un convoy de más de 200 vehículos de civiles en la provincia paquistaní de Jíber Pajtunjua, situada cerca de la frontera con Afganistán, según ha confirmado la Policía de Pakistán.

El ataque, ocurrido en el municipio de Kurram, ha dejado también una treintena de heridos, veinte más que los estimados el jueves, según el último balance de víctimas proporcionado este viernes por el comisario jefe de la región, Javedulá Mehsud, en una declaración recogida por el diario paquistaní 'Dawn'. Un día después del ataque todavía no hay pruebas que apunten con fiabilidad a sus autores. Además de la presencia de los talibán paquistaníes en la zona hay que tener en cuenta que Kurram es un lugar caracterizado por enormes tensiones sectarias y disputas sobre la tierra.

De hecho, fuentes de 'Dawn' señalan ahora mismo que este último motivo está marcando la línea principal de investigación. De hecho, el ministro principal del estado, Ali Amin Jan Gandapur, ha convocado una reunión de notables tribales para intentar esclarecer lo sucedido al tiempo que ha ordenado la formación de un nuevo equipo policial para proteger tanto la ruta atacada como las circundantes.

El presidente del país, Asif Alí Zardari, ha condenado el ataque y ha ofrecido sus condolencias a los familiares de las víctimas. «Atacar a pasajeros inocentes es un acto cobarde e inhumano», ha manifestado, según unas declaraciones publicadas por su partido a través de su cuenta en la red social X.