Los gobiernos del mundo representados en la cumbre de Bakú, capital de Azerbaiyán, tienen la tarea de acordar un amplio plan de financiamiento para hacer frente al cambio climático, pero la conferencia de dos semanas ha estado marcada por la división entre los gobiernos ricos que se resisten a un resultado costoso y las naciones en desarrollo que presionan para conseguir más. «Estoy muy enfadado. Es ridículo. Simplemente ridículo», dijo Juan Carlos Monterrey Gómez, representante especial para el Cambio Climático de Panamá, que calificó la cantidad propuesta de demasiado baja. «Da la sensación de que el mundo desarrollado quiere que el planeta arda».
Un negociador europeo, por su parte, dijo a Reuters que el nuevo borrador de acuerdo era demasiado caro y no hacía lo suficiente para ampliar el número de países que contribuyen a la financiación. «Nadie está cómodo con la cifra, porque es alta y (no hay) casi nada sobre el aumento de la base de contribuyentes», dijo el negociador.
El borrador también establece el objetivo más amplio de recaudar 1,3 billones de dólares anuales en financiamiento climático para 2035, lo que incluiría fondos de todas las fuentes públicas y privadas. Esto coincide con la recomendación de los economistas de que los países en desarrollo tengan acceso al menos a un billón de dólares anuales para finales de la década. Sin embargo, los negociadores han advertido de que podría resultar difícil colmar la brecha entre los compromisos de los gobiernos y los privados.
Está previsto que la cumbre del clima concluya en la ciudad del Mar Caspio a última hora del viernes. Pero las anteriores COP se han prolongado tradicionalmente en el tiempo. Li Shuo, director del China Climate Hub de la Asia Society y veterano observador de las cumbres COP, dijo que era crucial encontrar pronto un «punto dulce» en las conversaciones.
«Todo lo que no sea eso puede requerir reprogramar los vuelos». El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, regresó el jueves a Bakú de una reunión del G20 en Brasil, pidiendo un mayor impulso para conseguir un acuerdo y advirtiendo de que «el fracaso no es una opción». Daniel Lund, negociador de Fiyi, declaró a Reuters que quedaba mucho camino por recorrer. «Es una cifra muy baja en relación con las pruebas disponibles sobre la magnitud de la necesidad existente y la comprensión de cómo evolucionarán esas necesidades», afirmó.
2 comentarios
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TONI RExacto, mientras algunos privilegiados seguirán haciéndose más ricos y contaminando más...
Los paises no, los ciudadanos de esos paises serán los que paguen.