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El Consell Insular, con los votos del PP y de EU, reprobó ayer las declaraciones sobre inmigrantes realizadas la pasada semana por la presidenta de la institución, Maria Antònia Munar, y por el president de la Comissió de Benestar Social, Damià Pons. Los populares reclamaron un explicación a las declaraciones realizadas unos días antes al afirmar que podía ser consideradas racistas. Sin embargo, las explicaciones de Pons no satisfacieron al PP, que optó por mantener su reprobación.

En su explicación, Damià Pons aseguró que no estaba emitiendo juicios de ningún tipo sino constatando una posibilidad. Aseguró de nuevo que, en una sociedad como la mallorquina, con brotes de intolerancia declarados como es el caso de los xuetes, pueden producirse problemas de integración cuando concluyan los trabajos del Pla Mirall y los inmigrantes que ahora están haciendo las obras queden en paro.

Como ejemplo de que sus palabras no pretendían fomentar el racismo, Pons citó el convenio que han suscrito con Andalucía, Valencia, Barcelona y Murcia para colaborar en materia de inmigración y anunció que antes del mes de febrero se pondrá en marcha una casa del inmigrante.

Por lo demás, el pleno de ayer rechazó solicitar que Balears sea considerada una comunidad histórica en la reforma del Estatut, como pretendía EU, aunque sí accedió a exigir que en esta reforma se otorgue al Consell la capacidad normativa que ahora no tiene.