El Parlament balear dio ayer luz verde a la propuesta del Govern de
expropiar hoteles para sustituirlos por zonas verdes. Esta
propuesta fue introducida a través de una enmienda del PP a la Ley
de Acompañamiento de los Presupuestos de 1999, que ayer comenzaron
a debatirse en la Cámara autonómica.
Los socialistas tacharon de inconstitucional la enmienda del PP,
así como «un grave atentado contra el Estado de Derecho», según
denunció Francesc Quetglas.
El PSOE también se mostró en contra de la propuesta del Govern
de clausurar hoteles cuyos propietarios se nieguen a someterse a
inspecciones técnicas. «Se trata de una pura sanción para los
empleados que pueden quedarse sin trabajo y un favor a aquellos
hoteleros que no pretenden abonar indemnizaciones», acusó Francesc
Triay.
El PP defendió la partida de 1.000 pesetas que se ha creado para
el pago de futuras indemnizaciones de cara al futuro proyecto de
esponjamiento. «Es una partida abierta y ampliable», explicó el
diputado popular Antoni Juaneda.
La sesión celebrada ayer empezó con un incidente. Los tres
diputados de Esquerra Unida mostraron tres pancartas en las que se
leía «corruptos, no», en clara alusión a la presencia de Gabriel
Cañellas en la Cámara autonómica tras la sentencia que confirma que
el ex presidente cometió un delito de cohecho.
El presidente del Parlament, Joan Huguet, paralizó la sesión, y
exigió a los diputados de EU que retirasen los carteles. Ante la
negativa de éstos ordenó a los ujieres la inmediata retirada de los
carteles. «Huguet debería haber invitado a que Cañellas saliera»,
comentó el portavoz Grosske tras el incidente.
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