Los 31 niños rusos que permanecen acogidos desde el pasado 18 de diciembre en diversas familias de la Isla acudieron ayer al Hospital General de Palma, donde fueron sometidos a diversos análisis y pruebas de traumatología y oftalmología, entre otras.
Los niños, con edades comprendidas entre los 6 y los 11 años, proceden de un orfanato de la región de Tomsk, en plena Siberia y bajo la influencia de las radiaciones de la central nuclear de Chernobil.
Precisamente la atención de los médicos se centró en la búsqueda de indicios de desnutrición y de posibles secuelas de la radiación, según explicaron Carlos Ferrando, director asistencial del complejo hospitalario, y Joan Pujol, director del área quirúrgica, mientras que los niños daban cuenta de un suculento desayuno.
La revisión realizada ayer forma parte del programa de Infants del Món, organización humanitaria que respondió a la llamada de urgencia de las autoridades rusas.
La alegría de los niños tras la revisión médica contrastaba con la tristeza de alguna de las personas de Selva, Inca, Can Picafort, Campos o Palma que les han acogido, ya que próximamente, concretamente el 17 de enero, los niños volverán al orfanato de Tomsk.
Los resultados de las pruebas fueron, según los médicos, satisfactorios en general.
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