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El funeral por el alma de Francisco Cortés «Tío Kiko», patriarca de los gitanos de Mallorca, tuvo lugar ayer en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, parroquia del Coll d'en Rabassa.

El sepelio se ha celebrado una semana después de la muerte del «Tío Kiko», que tuvo lugar el pasado miércoles 17 de febrero, ya que como establece la ley gitana el funeral por el difunto debe tener lugar ocho días después del fallecimiento.

A la iglesia de Nuestra Señora del Carmen asistieron numerosos gitanos, aunque la mayoría de ellos permanecieron fuera de la parroquia, ya que la comunidad gitana procesa el culto de la Iglesia Evangélica de Filadelfia.

El «Tío Kiko» falleció a la edad de 73 años y fue enterrado, el viernes pasado, en el cementerio de Bon Sosec. El patriarca fue despedido por sus familiares más directos, además de amigos y conocidos, que formaron una multitud. El «Tío Kiko» había pedido a su esposa, Consuelo, once meses antes. Ambos tuvieron once hijos, con lo que entre nietos y bisnietos, han dejado un total de 72 descendientes.

Poco antes de morir, el «Tío Kiko» pidió a sus hijos que eligieran un sucesor de forma democrática, sin peleas ni altercados, por el bien de su gente.