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Los 42 cavallers de Menorca, escogidos entre las escuelas de la Isla, demostraron durante su exhibición de ayer una enorme destreza para manejar a los preciosos caballos de color negro que hicieron las delicias del respetable.

Trotes laterales, paso de espaldas y cruces entre jinetes. Todas las evoluciones de los caballos, que formaban figuras geométricas, fueron respondidas con calurosos aplausos, por otra parte bien merecidos a tenor del espectáculo.

El punto álgido de la fiesta llegó al final de la tarde, cuando los cavallers fueron saliendo al centro de la pista, (primero en solitario y luego en grupos), y allí tiraban de las riendas para que los equinos, desafiando la ley de la gravedad, se mantuvieran sobre dos patas durante un tiempo que parecía infinito. También fue muy comentada la elegancia tanto de los caballeros como de los propios equinos, engalanados para la ocasión.

El único punto negro de la tarde es achacable a la organización que, por segundo año consecutivo, no supo responder a la expectativa que este tipo de espectáculos suele generar. Fueron muchas las personas que, a pesar de haberse desplazado hasta el Passeig des Born, no pudieron ver absolutamente nada. Las gradas no podían acoger a todos los interesados en ver a los caballos y, los más listos, tuvieron que conformarse con apreciar la exhibición a través de los hierros de la gradas.

Cursa des Cós: dos jinetes y un caballo por los suelos
Ayer se disputaron cinco semifinales de la Cursa des Cós, quedando clasificados Benet Matas (Artà), Bernat Ramis (Costitx), Puig (Capdepera), Miquel Gelabert (Manacor) y Antoni Melià (Maó). Las carrera fueron seguidas por cerca de diez mil espectadores. En una de las semifinales, Bartolomé Capó, de Alcúdia, y su caballo rodaron por los suelos. El primero fue evacuado a la clínica Rotger y el cuadrúpedo, tras ser sedado, fue elevado por una grúa de aguja a un camión que le desplazó a algún lugar de la Isla donde seguramente fue sacrificado. En otra de las carrera, el menorquín Antoni Bosch cayó del caballo y tuvo que ser también atendido en la citada clínica. Se le apreció luxación craneoencefálica, aunque el TAC dio negativo, pero por precaucion tuvo que permanecer en la clínica.