La menorquina Patricia Ballesteros Vidal, retenida en Chile después
de que se dictara su expulsión por participar en una manifestación
ilegal, regresará a España el próximo 14 de marzo, según informaron
ayer fuentes de la familia y del Comité de Solidaridad con América
Latina.
El gobierno chileno ordenó la expulsión de esta cooperante tras
haber sido detenida por incitación a la violencia en una
manifestación ilegal de los indígenas mapuches celebrada el 18 de
febrero en la región del Alto Bio Bio contra la presa Ralco, que
construyen Endesa y Enersis.
Patricia Ballesteros, a través de sus abogados Roberto Celedón y
Mercedes Bulne, que también defienden las causas de los mapuches
ante los tribunales de Chile, presentó recurso contra la orden de
expulsión, pero fue desestimado por los jueces de aquel país.
Ahora ha apelado a la Corte Suprema contra esta decisión
judicial al considerar, según declaró, que «no he cometido ningún
acto violento, simplemente ayudé a una mujer mapuche, Nicolasa
Quindreman, que me había acogido en su casa, cuando recibía malos
tratos de la policía».
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