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El Ajuntament de Palma ha renunciado a aplicar su Ordenanza para la inserción de animales de compañía en la sociedad urbana al resultar insignificantes las sanciones previstas en este texto con respecto a la evolución de los acontecimientos.

En apoyo del nuevo plan de actuación elaborado por la Policía Local, que se aplica desde el pasado 22 de febrero, y con la intención de dar respuesta a la exigencia ciudadana, el Consistorio aplica desde la mencionada fecha las sanciones previstas por el Reglamento elaborado por el Govern para el desarrollo de la Ley de Protección de Animales que viven en el entorno humano.

Así, desde comienzos de año y hasta el pasado 3 de marzo, la Policía Local ha impuesto un total de 31 denuncias a ciudadanos por pasear su perro sin la pertinente correa.

Otro de los requisitos indispensables desde la última desgracia padecida por un niño en Can Picafort, la utilización de bozal en caso de razas peligrosas, no ha motivado ninguna multa hasta el momento, ya que, según afirma el jefe político del Cuerpo Local de la Policía, Joan Bauzá, «la ciudadanía está concienciada, sensibilizada y la verdad es que hemos percibido un aumento de la colaboración ciudadana en este sentido».