El período expansivo en el que se encuentra inmerso la económica
balear se tradujo el pasado año en un nuevo descenso del número de
efectos comerciales impagados a bancos y cajas en las Islas,
pasando de los 248.404 millones contabilizados en 1992 los 111.188
millones de 1998, según datos facilitados por el Instituto Nacional
de Estadística.
La valoración que realiza la Confederación de Asociaciones
Empresariales de Balears (CAEB) de esta evolución es altamante
positiva: «Hemos llegado en la comunidad balear a una situación
óptima en este aspecto, dado que después de la crisis de la Guerra
del Golf, en 1991, se ha estabilizado la curva de crecimiento,
registrando en los dos últimos años unas cifras óptimas. La
tendencia para este año es que se producirá una ligera baja, pero
se puede decir que se ha tocado techo en este indicador, ya que
siempre se producirán impagados dentro de la tradicional mecánica
operativa financiera y comercial».
Tres son las causas, en opinión de la CAEB, que justifican este
importante descenso en los últimos seis años: «La actual bonanza
económica ha provocado un mayor desahogo, una progresiva bajada de
los costes financieros y tanto las empresas como los particulares
pueden cumplir los plazos de pago con las entidades financieras.
Esto, sin duda alguna, es positivo para el entorno económico y
empresarial de las Islas».
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