Un numeroso público de todas las edades y de distintas localidades de la Isla pasó un buen rato cenando primero, y bailando después en la pista de la Sala Golden, que pese a ser enorme, se quedó casi pequeña ante el gran éxito de asistencia. Precisamente estas dos circunstancias, gente de todas las generaciones y de distintos puntos de residencia, se vienen acrecentando desde que, hace unos meses, el Club del Suscriptor emprendió esta iniciativa para premiar, una vez más, la fidelidad de sus lectores más incondicionales. Eso sí, desde la directiva del Club del Suscriptor no se esperaba un éxito tan rotundo y tan inmediato, por lo que se ha decidido continuar con una programación mensual para estas veladas, que consisten en una fiesta marchosa con un música monotemática, y otra de baile de salón.
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