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El fuerte ventarrón que azotó Palma en la madrugada de ayer tiró por los suelos dos de las cuatro tiendas plantadas en Ca l'Ardiaca. Por fortuna, quienes las ocupaban ya se habían levantado. Tal vez por ello, dos de los nigerianos con quienes habíamos quedado la noche anterior para acompañarlos al día siguiente al trabajo, y así ver qué tipo de ocupación tenían, habían abandonado el centro, olvidándose de nuestra cita. Aunque también pudo haber sido porque a lo largo de la noche, tras repasar la conversación que habían mantenido con nosotros "«llegamos a España caminando desde nuestros países...»; «...nos ha costado encontrar trabajo, por el que nos pagan 110.000 pesetas al mes por ocho horas de trabajo diario, de lunes a sábado, dinero que aún no hemos cobrado, por lo que tenemos que dormir aquí por ser gratis" se lo pensaron mejor y pasaron de nuestra cita. Sí puede ser que fuera así, ya que nos tememos que por la noche no debieron quedar muy convencidos en lo de aparecer en las fotos. Menos mal que un sierraleonés y un nigeriano, llamados Peter y Toni, aceptaron que los acompañáramos a buscar trabajo.

Peter, que nació en Freetown, donde trabajó de periodista hasta hace cuatro años, en que salió de país, instalándose en Abidjam, emprendiendo, meses después, un largo viaje hasta España, a donde llegó tras no pocas paradas, un viaje siempre a pie, estaba indignado: a lo largo de la noche alguien le había robado el móvil. «Y sin móvil "se lamenta" estoy perdido. He ido a muchos sitios buscando trabajo y en todos he dejado el número del móvil, si me llaman ahora no me encontrarán». Toni, a su lado, le mira pero no dice nada.

Sobre las ocho de la mañana nos ponemos en marcha. Desde Ca l'Ardiaca han descubierto el voladizo de la tribuna del estadio de Son Moix. Proponen ir allí a preguntar si necesitan mano de obra. Al rato entramos en el estadio, donde hay una enorme actividad. No logran contactar con el encargado, pero alguien que trabaja allí les aconseja que se busquen el trabajo en otro lugar, «pues esto es el final de una obra y aquí se precisan especialistas». Y sí; un periodista y un trabajador de hostelería, como dice que es Toni, poco podrán hacer entre especialistas del ramo de la construcción.