«El retrato y las banderas cumplen una función en las instituciones
y, por lo tanto, permanecerán en su lugar». De esta manera,
Eberhard Grosske, secretario primero de la Mesa del Parlament y
coordinador de Esquerra Unida, se defendió por las críticas
recibidas tras decidir retirar una fotografía del Rey de su
despacho oficial. Veinticuatro horas después Grosske rectificó
cuando le comunicaron que la presencia de una imagen del monarca en
los despachos oficiales está regulada por ley.
«Agradezco a Aznar que me haya concedido un minuto de su
atención, aunque lo que hubiese tenido que hacer, en lugar de
fijarse en las peripecias de las fotos de mi despacho, es hacerme
caso cuando le expliqué que tenía una banda de chorizos gobernando
en Balears», criticó con dureza Grosske, quien ha pedido un informe
jurídico por escrito para conocer si también tiene obligación de
tener en su despacho una bandera de Balears. Grosske sostiene que
si Aznar le hubiese hecho caso hace cuatro años, cuando su partido
presentó una denuncia por el «caso Túnel», el presidente del
PP-nacional «no estaría ahora llorando la pérdida de esta
Comunitat».
Grosske estuvo acompañado por la diputada Presentación Urán,
quien pidió al PP que demuestre «su voluntad política real de
reconocer el carácter histórico de Balears y de ampliar el
desarrollo reglamentario del Régimen Especial a través de las
iniciativas que presentará IU».
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