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Algunos centros culturales de Palma preparan con especial dedicación su agenda para los meses veraniegos.
La Fundació Pilar i Joan Miró es una de las que destaca por su variada oferta en esta época del año. Además de su exposición permanente sobre Miró, ofrece también «Miró i Barbarà», hasta el 9 de octubre; Joan Sastre, hasta el 25 de julio; Nani Ferrer, hasta el 29 de agosto, y Vicente Escudero, que concluye el 3 de octubre. Esta fundación ofrece también en estos meses varias actividades didácticas, como talleres de aprendizaje. Permanece abierta de martes a sábado de diez a siete y los domingos de diez a tres.

Atendiendo a los números, este turismo cultural goza de buena salud. La Fundació Pilar i Joan Miró ha recibido desde comienzos de junio más de veinte mil visitas, cifra que supera lo obtenido el año pasado durante los meses de junio y julio completos.

Sin embargo, y a pesar de estas cifras, el ambiente en estos centros durante el verano es un tanto desangelado, y casi todos ellos coinciden en señalar que «la afluencia de público aumenta cuando el tiempo no acompaña para ir a la playa; en los días de sol recibimos muchas menos visitas».

Por tanto, estos centros culturales no quedan al margen de la intensa actividad turística que vive la Isla durante los meses de verano. Por eso no es extraño encontrar en ellos desde la familia de turistas al completo que aprovecha algún rato para conocer todos los rincones de la Isla, al turista solitario que visita una exposición determinada. Así, un arquitecto portugués comenta que «había conocido la Fundació Joan Miró a través de una revista especializada, y tenía ganas de visitarla, aunque una vez que estoy en Palma visitaré exposiciones». Otro de los lugares que a buen seguro visitará es la Fundació La Caixa, que ofrece una exposición de Anglada Camarasa con el tema «Art i olimpisme», hasta el 22 de agosto, y otra de fotografías de las Illes Balears hasta el 29 de ese mes. Podrá visitarse de martes a sábado, de diez a nueve de la noche, y los domingos hasta las dos de la tarde.

Pese a que se pueda pensar lo contrario, la juventud también se anima a realizar actividades de este tipo, como señalan dos jóvenes aficionados al arte: «No importa si hace o no buen tiempo. Cualquier momento es válido para ver el trabajo de gente buena». l Texto: J. Rubio.