Algunos de los jóvenes han llegado a la Isla interesándose por el patrimonio mallorquín. Foto: TERESA AYUGA.

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La restauración de las casas tradicionales mallorquinas es uno de los grandes objetivos del Govern, actuación dirigida a recuperar el patrimonio histórico-cultural de Balears. Con tal motivo, la Conselleria de Joventut impulsa desde hace años el fomento de campos de trabajo en los que participan jóvenes interesados no sólo en la reconstrucción de monumentos históricos, sino que participan en la limpieza y adecuación de los edificios típicos y rústicos de la pagesia de las Islas. Un grupo de ocho jóvenes procedentes de diferentes puntos de la Península han pasado 15 días en Santa Maria reconstruyendo la fachada de la possessió de Son LLaüt.

Construir un muro de piedra seca mallorquina con el calor estival no es «coser y cantar». «Aunque trabajamos 5 horas diarias, acabamos agotados. Picar la piedra es muy duro y lento», comenta Leticia Valero, una joven murciana que visita por vez primera Mallorca.

Tomeu ha construido muchos muros, paredes secas y columnas. Ahora se encarga de enseñar la técnica a los jóvenes. «Lo importante es la práctica. Hemos pulido la piedra que se extrae de una cantera del municipio. Después comenzamos a colocarlas». Las piedras deben conformar un puzzle. Se pulen de forma que los bordes queden llanos y encajen unas con otras.