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En la última jornada de la asamblea de tres días que los Testigos de Jehová han celebrado este fin de semana en el estadio Lluís Sitjar, el orador Antonio Amengual ha explicado ante los 2.711 asistentes cómo se cumplirá la profecía del libro bíblico de Isaías: «Voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra» y ha declarado que pronto «la paz reinará entre los seres humanos».

Según una nota remitida a esta redacción por el gabinete de relaciones públicas de los Testigos de Jehová, otro momento destacado del día ha sido la escenificación de la historia bíblica de Jacob y Esaú, bajo la dirección de Juan B. Aragonés. Con este drama bíblico, «se ha querido trasladar al auditorio la idea de superioridad de los valores espirituales en comparación con las inquietudes o los objetivos materialistas que abruman y angustian la vida de millones de personas, desplazando a un segundo plano los más nobles valores cristianos».

A las cinco de la tarde de ayer finalizó la convención de tres días en Palma. El mismo programa se presenta en las más de mil asambleas celebradas en todo el mundo.

Todas las sesiones de esta cita anual de los Testigos de Jehovà siempre son gratuitas y están abiertas al públicos interesado.
Según los datos facilitados a este diario por el gabinete de relaciones públicas en todo el mundo hay del orden de los 5.800.000 Testigos de Jehová repartidos en un total de 230 países. La sede central de los Testigos de Jehová se encuentra en la ciudad de Nueva York.

La asamblea anual de Palma de Mallorca se ha desarrollado bajo el lema «La palabra profética de Dios» y durante ella se ha oficiado la ceremonia de bautismo mediante el procedimiento de inmersión y se leyeron discursos en los que se destaca «el futuro seguro y pacífico para quien confíe en esta confesión».

Durante los tres días que ha durado el congreso de los Testigos de Jehová celebrado en la ciudad de Palma de Mallorca se han representado distintas representaciones escénicas de pasajes de la Biblia. Ayer tocó el turno a la historia bíblica de Jacob y Esaú.