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Cuando el jamón informativo llega al hueso, Claudia se baña de nuevo Pues señoras y señores, si los prolegómenos del Mallorca-Madrid no enloquecen a la afición, entre la que se cuentan numerosos lectores de las páginas de verano de este diario, me temo que esta semana una de las noticias más importantes será la elección de Miss Baleares. Lo digo porque creo que hemos llegado al hueso del jamón informativo del verano. Y, o nos llega otro jamón, o no vamos a tener más remedio que, a falta de chicha, hacer caldo con el hueso. Porque fíjense, por ejemplo, cómo estaban las cosas ayer en la Costa de los Pinos. Por una parte, Javier García Obregón se pasó más de una hora abrillantando los cristales del «Calima» en lo que nosotros aguardábamos que sonara la flauta en forma de aparición de Paloma Lago y el niño. Pero no sonó. Por otra, Ana, según Alejandro Lequio, no mejora, por tanto no sale a la calle, aunque a través de los prismáticos la vimos caminar alrededor de la piscina de El Manantial. Seguramente estaría haciendo los ejercicios que le ha mandado el médico. Por otra, el conde Lequio, según me informó, partió esta madrugada sobre las tres hacia Madrid. Digo yo que sería en vuelo chárter, ¿no? Y por otra, al pequeño Alex, que se nos ha hecho del Barça desde que Suker ya no está en la Casa Blanca, no le pudimos colocar la camiseta blaugrana para hacerle la foto "porque es una foto, ¿no?" ya que al ir a comprarla en una tienda de Manacor resulta que estaba cerrada. O sea, ya ven qué panorama (Si me permiten un paréntesis, el crío tiene una vista de lince, sobre todo cuando se trata de descubrir fotógrafos camuflados. Lo digo porque la otra noche sus padres salieron a cenar con él. Una vez ubicados alrededor de la mesa, el crío elevó la vista y observó que entre las ramas había un fotógrafo y... «¡Eloy, Eloy "Eloy es el guardaespaldas de su madre", mira ese árbol! ¡Hay un fotógrafo!» Y Eloy miró, aunque ignoro si hizo algo más, pero... ¡qué rico el niño!).

Sigo.
A todo esto, Mar Flores parece que definitivamente se fue con las olas. Por un pelo la pillamos. ¡Por un pelo! ¿Por qué esta chica se esconde tanto en lugar un tan bello como esta isla? ¡Menos mal que Claudia nos dio algo de vidilla! Sí. Porque ayer salió a navegar, pero con la particularidad de que tuvo que alcanzar la lancha del caballero que la había venido a buscar, tras haberla llamado por teléfono y haberse él ubicado "nombre del barco, color, etc.", ¡a nado!, cosa que no nos sorprende y más tras haberla visto nadar el domingo pasado, brazada a brazada con Rosario Nadal, una larguísima distancia, superior a la de ayer, que fue desde la playa de Camp de Mar hasta donde estaba la barca, unos cincuenta metros. Al rato, también a nado, se les sumó un joven que no se parecía en nada al mago. Luego emproaron la Dragonera. ¡Joer!, ¿qué movidas, no? Total, ¿para qué?, si al final se les pilla siempre. ¡Nunca aprenderán!