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Se acercan los exámenes de septiembre y los estudiantes se apresuran a retomar los estudios abandonados hace unos meses. El lugar idóneo para preparar y superar con éxito las 'recuperaciones' son las bibliotecas.

El mayor problema con el que se encuentran los usuarios de estos centros son los restringidos horarios estivales: Sólo abren por las mañanas. Así, la biblioteca de Cort abre desde las 8.30 hasta las 14.30 y la de la Misericòrdia, desde las 9.00 hasta las 13.30. Ambas abrirán por las tardes a comienzos de septiembre. No es el caso de la Casa de Cultura, que mantendrá el horario de 9.00 a 14.00 hasta el 15 del próximo mes. «Deberían abrir por la tarde, pensando en los que trabajan por las mañanas, y los fines de semana, teniendo en cuenta que mucha gente trabaja toda la jornada», reivindica Sabrina García, una joven estudiante de Administración y Dirección de Empresas.

Pero no todo son quejas. Los estudiantes definen las bibliotecas como lugares tranquilos y 'frescos'. Debido a estas dos características hay que madrugar para coger sitio. «Esto está lleno ya a primera hora», explica la bibliotecaria de la Casa de Cultura.

Otro rasgo alabado por los usuarios es el amplio surtido de libros y el magnífico trato de los trabajadores de estos centros. Manoli Pardal, una bachiller de 19 años, afirma que «de los libros que buscaba tan sólo no tenían uno, pero me han dado todas las facilidades para encontrar otro parecido». Sin embargo, lo que sí se echa en falta son las novedades. «Es difícil encontrar novelas y otro tipo de publicaciones recientes», critica María Pazos, estudiante de Pedagogía.