Tal y como era de suponer, la fiesta de verano que organizó Onofre
Prohens el sábado en la terraza de su casa de Son Vida, en torno a
la piscina, iluminada por la luna llena, fue un éxito.
Onofre había puesto como condición que las señoras tenían que
llegar con sombrero de ala ancha o de ala corta, sofisticado o más
bien normalito, pamela, pamelón o pamelita, ¡qué más daba!, y
todas, jóvenes y no tan jóvenes, acudieron así a pesar de lo
calurosa que era la noche, donde un sombrero precisamente no
contribuía a refrescarla, ni a refrescar tampoco a su dueña, sino
todo lo contrario. Me llamó la atención el sombrero que lucía Tin
Barceló, un sombrero muy elegante, y con historia, pues fue con el
que se tocó el día de la boda de su hija Mercedes. Tampoco pasó
desapercibido el de Isabel Lloret, la guap-ísim-a mujer de Gabriel
Roca, obra del diseñador Jacques, quien no reparó en recordar a
todo el mundo que era el autor, ni el de Rosita Vidal, que más que
a una fiesta parecía que iba a la boda de la Infanta, ni el de la
mujer de Pepe Carles Tous, que lucía monóculo "en Pep Carles", ni
el de sa madona de La Consigna, del Port d'Andratx, negro, pero
elegante, a juego con su vestido largo, ni el de su consuegra, de
ala algo más corta, ni por supuesto el de Birguita, esposa del
germano Edgard, con cierto aire a Sissi. Pero tal vez los más
espectaculares fueran los de María Fullana, de la Ciudad Jardín,
blanco, sacado de algún cuento de hadas, o el de la poetisa
Francia, también blanco, de diseño, un tanto sofisticada y muy
elegante, a juego con la elegancia y distinción de quien lo lucía.
Tampoco estaba mal el de Cati, esposa de Luis Terrasa, notario de
Andratx, cuyo hijo, Javier, el dueño del bar La Trompa, celebraba
esa noche la despedida de soltero "y su prometida, por otro lado,
también... pues ¡lo siento chicas!, me refiero a sus fans", se casa
el sábado. De Carmen Gordó, Marisol, la esposa de Juan García
Messía, director para Baleares de Cobra "esa noche en Guatemala, en
viaje de trabajo" y de mi mujer, por la proximidad y parentesco, no
opino, pero reconozco que estaban muy guapas, al igual que Genia,
de Els Valldemossa, y la hernana de Onofre y esposa de Juan
García.
Tras la exquisita cena, condimentada en gran parte por el chef
del restaurante es Pou, de Lloret, tuvo lugar el espectáculo, en el
que intervinieron magos, contorsionistas chinos, un ballet
senegalés y mi buen amigo Jose Julio Iglesias 2 Durán.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.