La bonanza económica reduce los efectos comerciales impagados en las Islas

Si en el primer semestre de 1992 se contabilizaron 126.924 efectos comerciales impagados, en el mismo período de 1999 la cifra se ha situado en los 59.576: «Estamos llegando a un nivel óptimo que será difícil de poder superar en los próximos años, ya que la oscilación estará entre los 50.000 y 60.000 efectos por semestre. Y esto será así, dado que en las operaciones entre empresas siempre se producen errores en el pago de letras, errores de facturación, incumplimiento del pago de las letras o hay desacuerdos en su formalización», explica el responsable del Departamento de Economía de CAEB, el economista Vicenç Tur.

El impago de efectos comerciales es un indicador fundamental para ver el grado de salud económica de una región, dado que ello registra el nivel de liquidez empresarial para hacer frente a sus pagos.

En los años de crisis, que el último ciclo en las Islas se produjo a raíz de la Guerra del Golfo, se aprecia una ralentización de los pagos e incumplimiento de los mismos, lo cual provoca que los efectos comerciales impagados vaya al alza, provocando un retraimiento en el desarrollo económico.

La comparación entre lo que sucedió en 1992 respecto a 1999, es el ejemplo más claro para demostrar que cuando se está inmerso en pleno ciclo expansivo, «la rentabilidad en la gestión empresarial provoca un aumento de la liquidez, lo que facilita y acorta todo lo que concierne a los pagos. En la estadística del primer semestre de este año puede parecer que haya una divergencia, como es el caso de que se ha producido una subida del 10'5 por ciento en el número de efectos impagados respecto al primer semestre de 1998, 59.576 frente a los 53.876 del pasado año. Sin embargo, el valor que impera es el importe o valor de los efectos impagados, que aquí sí que ha habido un descenso respecto a 1998, puesto que hubo una ligera baja del 0'5%, de 7.857 millones de pesetas a 7.815 millones de pesetas», añadió Vicenç Tur.