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Para que una ciudad resulte agradable a la vista de los ciudadanos no sólo debe contar con una buena infraestructura "esculturas, obras de arte y una cuidada arquitectura", sino que también cobran una gran importancia las zonas verdes, pues embellecen y crean unas vistas mucho más agradables para los conductores y peatones que circulan por las calles.

«Resulta agobiante pasear por una ciudad que no tenga ninguna zona verde y que esté toda llena de ladrillos, una visión que se suma a los gases tóxicos que desprenden los automóviles. Al menos, si ves árboles o jardines bien cuidados, parece que disfrutas de un ambiente sano y alegre a tu alrededor», comenta Pilar Gotor, una zaragozana que ha visitado la Isla durante este verano.

Palma cuenta con un personal de mantenimiento muy amplio que se encarga de cuidar toda la vegetación de las rotondas, parques y aceras. Para llevar a la perfección este servicio y no olvidarse de ningún espacio, la ciudad se divide en diversas zonas de actuación: la de Levante "que incluye el Parc de la Mar, Cort, etc.", de la que se encarga la empresa FCC (Fomento Contrato y Construcciones); y la de Poniente, de la que se encarga Azahar, Jardinería y Riegos.

Las rotondas cuentan, para su embellecimiento, con una gran variedad de plantas y flores. Las más usuales son el clavel de moro, la petunia, la francesilla, el crisantemo y la margarita, todas ellas adecuadas a la climatología que ofrece la Isla. No obstante, para que el pasisaje urbano no sea tan parecido, en muchos casos se sustituyen las flores por árboles y arbustos, como por ejemplo en la rotonda que está situada frente al cementerio. En otras también se colocan esculturas abstractas, que decoran de una forma muy original.