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El Ajuntament de Palma aprobó en el año 1995 el Plan Especial de Reforma Interior de sa Gerreria que divide al barrio en diversas unidades de ejecución para su rehabilitación. La más importante es la que afecta a la zona enmarcada por la calle Ferreria, Plaça de Sant Antoni, calle Socors y Travessa d'en Ballester, colindante con el nuevo Palacio de Justicia. A la reforma total de este pedazo del casco antiguo se le denominó Proyecto s'Estel Nou y se decidió confiarlo a la empresa privada. Tras la convocatoria de un concurso, el pasado mes de enero le fue adjudicado a la UTE compuesta por las empresas Llabrés Feliu y Gerencia Inmobiliaria Balear SL.

Esta actuación supondrá una inversión cercana a los 7.000 millones de pesetas y contempla la construcción de un aparcamiento subterráneo, 300 viviendas y el esponjamiento de dos manzanas que darán paso a plazas públicas.

Para la realización del proyecto, el Ajuntament aprobó la alteración del régimen jurídico de una porción de subsuelo para poder proceder a expropiarlo. Esta modificación, permitirá a la empresa licitadora vender plazas de garaje del nuevo parking a residentes, evitando los problemas que provocan las concesiones por años. El aparcamiento dispondrá de 1.100 plazas de aparcamiento, la mitad, al menos, para residentes y el resto de rotación. Una importante peculiaridad del proyecto es que toda la zona afectada será peatonal (adoquinada), restringida al tráfico, por lo que se facilitará el acceso a las viviendas desde el parking, en el que se entrará por la Plaça de Sant Antoni.

Las edificaciones actuales, todas levantadas el siglo pasado, serán derribadas, a excepción de unos cuantos inmuebles catalogados, cuya fachada deberá respetarse. En su lugar se levantarán nuevas casas cuyas fachadas imitarán la construcción gótica mallorquina, con balcones de varillas y persianas mallorquinas. Para evitar las escaleras de pronunciada inclinación, la entrada a las viviendas se realizará desde patios interiores, que también conservarán un aire tradicional.

Del total de viviendas, al menos 60 serán de protección oficial y el resto de venta libre. Los precios está previsto que ronden las 200.000 pesetas el metro cuadrado y la vivienda media tendrá 80 metros cuadrados, incluidas las de planta baja, para las que hay una gran demanda. Junto al residencial el único uso permitido será el comercial, en pequeños locales de entre 50 ó 60 metros cuadrados. No existirán oficinas, despachos ni ningún tipo de uso administrativo. Dentro del perímetro se construirá el denominado Centro Flassaders, una de las principales actuaciones sociales del Plan Urban.