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La calle Palau Reial y vías circundantes y la plaza del Mercat y sus calles adyacentes serán desde las 00.00 horas del próximo martes, día 9, zonas Acire (Areas de Circulación Restringida), por lo que sólo podrán circular por ellas los residentes y el transporte público. Así lo informó ayer el concejal responsable del área de Circulación, José Manuel Sierra, quien adelantó que «esto es sólo un primer paso, pues ya hay en estudio implantar nuevas zonas Acire».

Sierra justificó esta actuación en la necesidad de «expulsar» al coche particular del centro histórico de Palma, toda vez que, desde «sus características hacen inviable un flujo circulatorio de tantos vehículos». Como alternativa a la prohibición de circular por estas zonas, desde Cort se apunta el estacionamiento en los aparcamientos subterráneos más cercanos, el de la Plaça Major y el del Parc de la Mar, aunque son éstos, precisamente, los dos parkings palmesanos que sufren una mayor saturación en horas punta. El objetivo es, con el tiempo, limitar la circulación en todo el casco antiguo y, quizá, en partes concretas del ensanche.

En estos momentos, las zonas Acire se concentran en sa Calatrava y Banc de s Oli, pero desde la semana próxima esta denominación afectará a las calles Palau Reial y Mirador y a las siguientes vías adyacentes: Estudi General, Almudaina, Sant Sebastià, Sant Roc, Capiscolat, Deganat, Sant Bernat, Palau, Sant Pere Nolasc, Zanglada, Miramar y Ginard. Dentro de esta zona quedan comprendidas también la plaza de l'Almoina, las vías de acceso a los jardines Bartomeu March y el Mirador de la Séu. Por lo que se refiere a la plaza del Mercat, la restricción de circulación y estacionamiento afecta también a las calles Costa de Can Santacília, Can Danús y Costa d'En Brossa.

Según el edil, esta será la principal medida, junto a la construcción de nuevos aparcamientos subterráneos (Avenida Comte Sallent, plaza del tubo, Marqués de la Cenia y Plaça d'Espanya, entre otros), que piensa tomar el Consistorio en pocos meses para «descongestionar el centro de vehículos, pues debemos ser una de las pocas ciudades europeas en la que se puede llegar hasta la puerta de la Catedral en coche».