Pequeños y mayores vitorearon a Sus Majestades en la cabalgata real. Foto: TERESA AYUGA.

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Sus miradas lo decían todo. Sonrientes y emocionados, saludaron entre la multitud a los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar. Los rostros de los más pequeños, ayer tarde en la cabalgata de Palma, reflejaron nervios y mucha expectación. Algunos, los que menos, soltaron alguna lágrima, pero el desfile de las carrozas, un año más, ilusionó a grandes y pequeños. Paula Hernández, de dos añitos, asistió junto a sus padres. Los Reyes le trajeron muñecas y ropita. Carlos, su padre, confiesa que este año ha sido muy buena la idea de que los Reyes Magos recorran las calles en dromedario.

Miguel Llull fue con sus primitos a ver la cabalgata. Ha pedido un coche teledirigido y una playstation. Su prima, Fina Beato, quiere el novio de la Barbie y algunos vestiditos para la muñeca. Eleonora Wernerbring Bianchi, asombrada por ver a los Reyes por primera vez en Mallorca, nos confesó que ha pedido una mochila de Mikie Mouse, un puzzle y una muñeca bailarina, entre otras cosas. Su madre, Inmaculada Bianchi, piensa que la cabalgata en general ha estado bien, quizás, comenta, lanzar los caramelos no es la mejor idea ya que algunos niños corrían el peligro de ser atropellados.

Marta Tortella, de dos años, saludó en compañía de su padrino a Sus Majestades. Ella ha pedido la colección completa de los Teletubbies. Toni y Luisa son un matrimonio que, a pesar de no tener hijos, acudió ayer a la cabalgata de Palma: «Creemos "cuentan" que está demasiado comercializada, demasiada publicidad y poca imaginación. Muchos parones y poca música de las bandas».