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El Govern de les Illes y los sindicatos coinciden en señalar que el crecimiento de la economía balear debe ralentizarse para que éste sea sostenible, ya que de otro modo puede tener consecuencias negativas desde el punto de vista social y ecológico. Las previsiones de la Conselleria d'Hisenda del Govern de les Illes apuntan a que la economía balear crecerá este año en torno al 4'7 por ciento y que el estado de bonanza económica continuará durante dos o tres años más. Esta coyuntura económica pone de relieve la necesidad de mano de obra foránea para satisfacer las demandas del mercado laboral, debido a que el crecimiento vegetativo registrado en Balears no basta para afrontar las necesidades de demanda de empleo. Según el director general d'Economia, Antoni Monserrat, durante el ejercicio de 1999, teniendo en cuenta la población activa de las Islas y las demandas de empleo, se han necesitado 17.000 trabajadores inmigrantes y «para el año 2000, aunque se prevé un crecimiento económico menor, tendremos las mismas necesidades».

Antoni Monserrat declara que es preferible un crecimiento del 2 por ciento durante tres años, que uno del 6 por ciento durante un año. «Creemos que debe reducirse la tasa de crecimiento y el Govern está intentando que éste sea razonablemente sostenido, con medidas como el freno de la construcción», señala Monserrat.

Por su parte, tanto UGT como CC OO consideran que debe analizarse el modelo económico que se quiere para Balears e iniciar un debate sobre si la economía balear debe seguir creciendo a este ritmo, así como los peligros que conlleva esta sobredimensión.